Andrés Nicolás Aguirre, el humilde trabajador de Quilmes que figura como “gerente” en una de las importadoras registradas en una oficina de la familia Lambiris Vilche se vinculó al entorno de Ricardo Echegaray porque trabajó en la campaña electoral de uno de los funcionarios más influyentes de la AFIP, Julio Nieto. Ese fue candidato a concejal de Quilmes por el FPV en las últimas elecciones.
El nombre de Nieto ya había aparecido en un caso de corrupción que involucraba a Echegaray: el que investigó el pago de un millón de pesos que el entonces titular de la ONCCA autorizó para que se transfiera a un changarín de Mar del Plata, supuesto titular de un feed lot. Uno de los principales testigos de esa causa, Daniel Tunoni, presidente de una cámara pesquera de Mar del Plata, había denunciando en abril del 2011 que Nieto mantuvo reuniones con él para que no declare en contra de Echegaray, y afirmó que en una de ellas el funcionario lo amenazó de muerte. Así lo decía la denuncia policial de Tunioni que fue reproducida por Clarín: “Le manifestó que si no decía todo lo que le habían pedido para con el Sr. Echegaray, sus hijos eran demasiado jóvenes para sufrir un accidente y que si hacía tal pedido hasta podía recibir dinero para solucionar parte de sus problemas financieros (SIC)”. El changarín de Mar del Plata envuelto en la causa de la ex ONCCA y Aguirre quedaron involucrados en situaciones similares: a pesar de vivir con muchas necesidades, figuran como miembros de empresas relacionadas con el entorno de Echegaray.
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