Tras una semana de internación, Valérie Trierweiler volvió a la casona presidencial.
Al salir, Trierweiler se instaló en la residencia presidencial de La Lanterne, cercana del palacio de Versalles, en las afueras de París. Allí guardará varios días de reposo, según señaló la revista París Match, donde trabaja la primera dama como periodista. Pero por ahora no compartirá el lugar con su pareja, ya que el presidente francés se encuentra de viaje en Tulle, una ciudad rural ubicada en el centro del país.
La periodista había sido hospitalizada el viernes de la semana pasada, afectada por el shock que le causó el escándalo divulgado por la revista Closer. Según trascendió, había tomado algunos tranquilizantes de más para sobrellevar el impacto de la noticia. El mandatario sólo la visitó una vez esta semana, aunque se había comunicado con ella por teléfono y mensaje de texto. Además, tuvo el gesto de enviarle flores y bombones.
Mientras Trierweiler se repone, los medios siguen dando detalles de las escapadas del mandatario francés. Los fotógrafos independientes Sébastien Valiela y Lorenzo Viers, quienes descubrieron el romance y mostraron a Hollande visitando a escondidas a Gayet, 18 años menor, contaron al diario El Mundo de España que lo pudieron hacer gracias al aporte de un camarero del Café de Flore, en Saint-Germain de Pres.
Este trabajador, que suele ganarse unos euros extras alertando a los paparazi sobre la presencia de famosos en su bar, llamó un día de mediados del año pasado a Valiela y Viers para decirles que la actriz Gayet estaba en el lugar esperando a alguien. Ambos fueron al establecimiento y descubrieron a la mujer subiendo a un auto conducido por el guardaespaldas personal de Hollande. “Todos conocemos de vista a este agente de seguridad del presidente, que le acompaña a sus salidas desde los tiempos en que era sólo candidato socialista al Elíseo”, explica Valiela.
Ambos fotógrafos siguieron al vehículo y dieron con el lugar de cita de la pareja: el número 20 de la Rue du Cirque, a sólo 140 metros de la puerta principal del palacio presidencial.“ Si Gayet hubiera acudido a la cita en un taxi, quizá no la habríamos seguido o bien, al llegar al edificio, podríamos haber pensado que iba a ver a una amiga”, explica el reportero, señalando que el desliz lo cometió el propio Presidente al poner un vehículo oficial para trasladar a la actriz.
Si bien en ese momento no tomaron fotos, ya habían dado con el lugar de los supuestos encuentros. Entonces decidieron hacer un impasse para corroborar el romance. Una vez confirmado, en diciembre pasado establecieron una guardia frente al edificio. Su paciencia tuvo éxito.
A los cinco días pudieron obtener las fotos. “Desde el primero tuvimos imágenes de la artista accediendo al portal del edificio, luego un coche del Elíseo parándose a revisar que no hubiera peligro en la entrada y Hollande llegando minutos después en moto. Pero prolongamos la vigilancia para ver si lográbamos pillar al Presidente sin el casco. Fue muy precavido y nunca se lo quitó”, detalla Valiela a El Mundo. El profesional, en razón de lo que pudo ver durante la guardia, también cuestionó la débil seguridad del mandatario.
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