Descontando una derrota de Daniel Scioli, el ex gobernador José Alperovich se fue de viaje a Estados Unidos durante 10 días, para descansar y encarar algunos negocios inmobiliarios en la Florida, junto a su esposa Betty Rojkés.
Justo en el momento más decisivo para el kirchnerismo, cuando todas las encuestas anticipan una victoria de Mauricio Macri en el ballotage, Alperovich huyó de vacaciones, siguiendo su manual de "borrarse" en los momentos difíciles.
Alperovich fue visto con su esposa en un restaurante de la zona de Aventura, al norte de Miami.
"Daniel está en el horno", le comentó a su amigo Jorge Gassenbauer. La semana pasada Alperovich había realizado un par de reuniones con la excusa de apoyar a Scioli, pero su única motivación era avisarles a los dirigentes que ya tenía la mira puesta en 2019, para volver a la gobernación.
El propio Alperovich y Juan Manzur figuran junto a "La Morsa" Aníbal Fernandez, en la primera línea de autores de la debacle de Scioli. El escándalo del 23 de agosto en Tucumán, y la exposición mediática durante semanas de los pormenores del fraude, dañaron gravemente la imagen de Scioli en todo el país, y además generaron controles que el 25 de octubre limitaron las trampas y el clientelismo que eran habituales por parte del kirchnerismo.
Como reveló Osvaldo Jaldo a dirigentes peronistas el pasado viernes, Macri está sumando en Tucumán los votos de Sergio Massa y al día de hoy tiene ventaja en las encuestas. La pésima imagen de Manzur, y la falta de motivaciones para los dueños del aparato pejotista, coadyuvan al feo pronóstico para Scioli en nuestra provincia.
Alperovich descuenta una derrota y ya piensa en su nuevo rol en el Senado, donde Macri estará en minoría. Se imagina negociando su voto y el de su ladera en temas clave. De esa forma, cree que seguiría mostrándose como el patrón de Tucumán, desmereciendo a Manzur.
Comentá la nota