Como presidente de la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE), José Manuel García lidera una industria que está revitalizando las áreas rurales de España y trabajando para preservar la riqueza de los manantiales de agua mineral.
Por: Inma Mora Sánchez.
Este año han publicado el informe Importancia del sector de aguas minerales en el dinamismo económico del medio rural, con la colaboración de AFI. ¿Por qué es tan relevante?
La industria del agua mineral natural tiene algunas características singulares, como la necesidad de instalar las plantas de envasado cerca del manantial. En España, existen 120 plantas envasadoras y la mitad están en localidades de menos de 2.000 habitantes. Con este estudio hemos comprobado que en los municipios donde está presente la industria del agua mineral natural se frena la caída de la población y existe una mayor red de servicios básicos —como centros escolares, farmacias, centros de salud o sucursales bancarias— y también un nivel de renta más elevado. En concreto, las localidades de menos de 5.000 habitantes que cuentan con una planta envasadora presentan una tasa de creación de empleo 7,3 puntos porcentuales más alta que municipios del mismo tamaño sin planta envasadora. También la renta media por hogar es 2,1 puntos superior en los municipios con menos de 5.000 habitantes con plantas envasadoras, y 4,7 puntos en aquellos con menos de 2.000 habitantes.
El informe muestra también que el sector contribuye a incrementar el empleo femenino. ¿Qué dicen las cifras?
Hay una tasa de empleo femenino 15 puntos más alta en los municipios con una planta envasadora de agua mineral natural. El 40% de empleo en las plantas de envasado es femenino y, además, el porcentaje de empleo femenino del sector del agua mineral natural es un 5% superior a la media del sector primario.
¿Qué medidas existen para garantizar que su impacto en las comunidades rurales sea sostenible a largo plazo?
La industria del agua mineral natural gestiona un recurso natural esencial, lo que lleva asociado un compromiso de mantenimiento. Por un lado, las autoridades mineras definen el caudal máximo de aprovechamiento para que los acuíferos de la zona no se estresen y no se genere un déficit hídrico. Por otro lado, establecen un perímetro de protección, imprescindible para garantizar la pureza del agua y proteger el entorno para que no se genere ninguna agresión externa que afecte la calidad del acuífero.
«En los municipios donde hay una planta de agua mineral existe una mayor red de servicios básicos (centros escolares, farmacias, sucursales bancarias o centros de salud) y mayor renta por hogar»
¿Y cómo promover vínculos sostenibles con el entorno y con la población a largo plazo?
Existen múltiples iniciativas de RSC, actividades orientadas a la protección de flora y fauna autóctonas o el patrocinio de iniciativas culturales, deportivas o divulgativas. También tenemos una acción muy importante con Cruz Roja y el Banco de Agua Solidario para cubrir las necesidades básicas de agua cuando hay una emergencia que pueda provocar problemas de acceso al agua potable. Durante la DANA de Valencia, el Sector de Aguas Minerales donó alrededor de 1 millón de litros solo en la primera semana. Esta cifra ha sido posible gracias a Cruz Roja y también a otras donaciones que se han canalizado a través de diferentes entidades, servicios de emergencia y oenegés.
Uno de los objetivos del sector es alcanzar la plena circularidad de sus envases. ¿Cómo están trabajando en este sentido?
El sector es consciente del impacto de las botellas que pone en el mercado. Formamos parte de Ecoembes y nuestra vocación es ser una empresa circular. Ya hay un grupo importante de empresas, algunas de ellas líderes, que están incorporando el 100% de PET reciclado en sus botellas. El sector ya utiliza como media un 32% de PET reciclado en las botellas de agua mineral, un porcentaje que supera la aspiración de la Unión Europea de alcanzar el 25% para 2025.
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