Por Federico Millenaar

Hasta el momento, todo parece indicar que las próximas elecciones legislativas estarán marcadas por una fuerte polarización entre el oficialismo -y sus aliados- y el peronismo liderado por Cristina Kirchner. Pero mientras todas las miradas se concentran en las idas y vueltas entre Javier Milei y Mauricio Macri o la interna entre La Cámpora y el gobernador Axel Kicillof, algunos espacios políticos planean con detenimiento sus próximos pasos, ya que una mala elección podría reducir al mínimo su presencia en el Congreso.

Justamente romper la polarización es una de las principales preocupaciones de los partidos que conforman los bloques más chicos en la Cámara de Diputados y en ese contexto la eventual alianza electoral entre el PRO y La Libertad Avanza tendrá un peso determinante.

La mayoría de las encuestas de intención de voto coinciden en que el sello de Javier Milei tiene un piso que ronda el 30%, en línea con el resultado de la primera vuelta de la elección. Pero también es posible que logre una performance aún mejor montado sobre la baja de la inflación y la estabilidad macroeconómica. Por su parte, el peronismo unificado podría llegar sin problemas a superar el 30% de los votos a nivel nacional.

“En el peor de los escenarios, con máxima polarización, todavía quedan entre 20 y 25 puntos en disputa que nos pueden permitir hacer una elección muy decorosa”, explicaron cerca de un diputado de los bloques “del medio” que tiene que renovar su banca en octubre.

En esa pecera de alrededor de 25 puntos deberán pescar varios espacios que ponen su supervivencia en juego. La Coalición Cívica, por ejemplo, debe renovar 4 de sus 6 bancas (66%), mientras que Encuentro Federal, el bloque que lidera Miguel Ángel Pichetto, pone en disputa 8 de sus 16 lugares (50%).

Por su parte, los radicales disidentes de Democracia para Siempre tienen 9 diputados que vencen mandato sobre un total de 12 integrantes del bloque (75%). El Frente de Izquierda pone en juego 3 de 5 bancas (60%). En todos estos casos, una mala elección los dejará con una presencia meramente testimonial en la Cámara de Diputados.

Ante la consulta de Infobae, desde la Coalición Cívica explicaron que todavía no se ha definido una estrategia electoral, pero estiman que a mediados de marzo se determinará un lineamiento nacional y posibles acuerdos “tácticos” provincia por provincia. La candidatura de Elisa Carrió será determinante para asegurar una cabeza de lista con amplio conocimiento y buena reputación pública. “Lilita” podría jugar tanto en CABA como en provincia de Buenos Aires, pero reconocen que la decisión final estará influida tanto por cuestiones estratégicas como personales. En cambio, si decide mirar la elección desde afuera, su partido enfrenta el problema de no tener candidatos naturales con el mismo nivel de conocimiento público.

Primero habrá que esperar a que el PRO y la UCR terminen de definir cuál será su relación con La Libertad Avanza. “Si en CABA el PRO y los libertarios van por separado se puede convertir en una elección de cuartos y podría ser bueno para nosotros; si van juntos el escenario ya cambia”, explicaron.

En principio, los “lilitos” creen que será fundamental “mantener la nitidez de las posiciones políticas”. “En 2023 la sociedad le cobró caro a los candidatos no nítidos que especulaban, la ambigüedad hace que LLA te lleve puesto”, señalaron.

De esa forma consideran que podrán pescar entre los que votaron a Milei, pero ahora ven algunas alertas, y también entre los desencantados que votaron a Alberto Fernández en 2019.

Por otro lado, toman con mucha cautela las posibles alianzas electorales: “Nosotros ponemos en juego muchísimo, pero tampoco puede ser un vale todo en cada distrito. Tampoco vemos que se forme una gran coalición de centro. Una foto de ‘la casta” unida para enfrentar a Milei, por ejemplo con Lousteau, Larreta y Pichetto, podría ser un regalo para Milei”.

Un panorama similar enfrentan los integrantes de Encuentro Federal, el bloque que aglutina ex miembros del PRO, como Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño, con peronistas no kirchneristas como Florencia Randazzo y Emilio Monzó, junto con representantes del socialismo santafesino, del cordobesismo y líberos como Margarita Stolbizer y Ricardo López Murphy.

Durante el último año, Encuentro Federal hizo valer su número en Diputados y actuó como el fiel de la balanza que podía inclinar las votaciones tanto a favor del oficialismo como de la oposición más dura.

Al igual que la CC, los conducidos por Pichetto se mantienen expectantes y entablan diálogos con referentes de los distritos más importantes. Según explicaron a Infobae, el ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti apunta a confluir con el mandatario de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, de cara a las próximas elecciones. De hecho, está cerca de oficializar el sello “Hacemos” en Santa Fe para sumarlo a la coalición oficialista “Unidos”.

Este armado embrionario podría tener al ex ministro del Interior Florencio Randazzo y a Emilio Monzó como candidatos en la provincia de Buenos Aires y no descartan poder sumar al ex jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta en CABA. El neurocientífico Facundo Manes también suena en la conversación a pesar de que el referente de Democracia para Siempre enfrenta un escenario complejo en su propio bloque y dentro de su partido, donde cada vez está más encarnizada la interna entre la conducción de Martín Lousteau y los cinco gobernadores radicales.

“Va a ser determinante si hay PASO o no. Con PASO habrá que meterle una velocidad infernal para llegar al cierre de las alianzas en mayo, pero como hay Boleta Única tampoco tenés que tener un armado tan grande para presentar listas”, explicaron.

Por su parte, la Izquierda buscará mejorar la buena elección de 2019 y para eso saldrá a disputarle al peronismo el espacio de la oposición a Milei. “Hay muchos que están disconformes con la dirigencia peronista, les podemos comer votos porque no se enfrentaron a fondo con el Gobierno”, argumentaron desde el PTS, uno de los cuatro partidos que conforman el Frente de Izquierda junto al Partido Obrero, Izquierda Socialista y el MST.

Si bien reconocen que la implementación de la Boleta Única tendrá un impacto que por ahora es difícil de calcular, consideran que en general los votantes de la izquierda no tendrán problemas para identificar las listas correspondientes. Además, destacan que Myriam Bregman y Nicolás del Caño mantienen altos niveles de imagen positiva y podrían tener una buena performance tanto en CABA como en PBA. A esto se suma el caso del diputado Alejandro Vilca que en 2021 obtuvo un histórico 25% en Jujuy, una marca récord para el trotskismo difícil de repetir.

El Frente de Izquierda pone en juego tres de sus cinco bancas, por lo que el ascenso libertario y la polarización podrían reducir su representación parlamentaria a una mínima expresión.