Envió a la Legislatura un proyecto que contempla gastos por $ 30.000 millones e ingresos insuficientes
Alicia Kirchner ya había anunciado que la provincia estaba quebrada, pero ayer a su anuncio le puso números y envió a la Legislatura un presupuesto de más de $ 30.000 millones, de los cuales casi $ 7000 millones están en rojo. Los números se conocieron un día antes de que el gobierno les haga a los docentes el primer ofrecimiento salarial a un gremio estatal.
Desde que empezaron las clases, los docentes ya realizaron tres paros de 48 horas. Ayer marcharon en esta ciudad junto con los gremios estatales agrupados en la CTA Autónoma Santa Cruz, que reclaman que el gobierno abra paritarias con todos los sindicatos y seguirán con atención lo que pase hoy con los docentes. Saben que ésa será la vara del gobierno de Alicia para el resto.
El presupuesto es de $ 30.010 millones y se estima que los ingresos serán de $ 23.215 millones; el balance negativo llega a $ 6794 millones. En noviembre de 2014 se presentó el presupuesto de la provincia para 2015 por más de $ 21.000 millones, pero recién se aprobó un año después, por el monto de $ 24.532 millones. Por este motivo, según el presupuesto que se tenga en cuenta, el aumento será del 22 o del 30% con respecto al año anterior.
Como medida para paliar el déficit, la gobernadora presentó una ley para crear la Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos (ASIP), un ente autárquico para mejorar el sistema recaudatorio y una ley de impuesto a las naftas.
Alicia Kirchner está en la tropa de los gobernadores más urgidos por las necesidades económicas y con mayor enfrentamiento discursivo con el gobierno de Mauricio Macri. Incluso llegó a plantear que se sentía discriminada por la portación de su apellido y porque el Gobierno no le giraba los fondos que le reclamaba. "Hace tres meses que dicen que están analizando los números", dijo en un set televisivo.
La respuesta llegó de la mano del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, desde la mesa de Mirtha Legrand, quien confirmó lo que aquí ya era público: que Cristina Kirchner le giró a su cuñada 1000 millones de pesos a plazo fijo antes de dejar la presidencia. Sobre el punto, el gobierno nunca dijo nada oficialmente, ni siquiera respondieron el informe de la oposición, pedido encabezado por el diputado y ex ministro de Economía José Blassiotto, del Frente Renovador.
El humor social no es el mejor en las calles de Santa Cruz, donde desde hace cuatro días el gremio de la construcción volvió a cortar las rutas de toda la provincia en reclamo de pagos atrasados desde diciembre y la reactivación de obras públicas financiadas por el gobierno nacional.El reclamo de la Uocra es en apoyo de la postura de la gobernadora y en solidaridad con los trabajadores de la construcción de Río Turbio, a quienes les deben salarios y liquidaciones finales de las obras de la central térmica a carbón.
También hacen piquetes los desocupados de Austral Construcciones, la empresa de Lázaro Báez que monopolizó la obra pública en la provincia y que, según una auditoría presentada por Vialidad Nacional, obtuvo contratos por 16.000 millones de pesos en los últimos cinco años.
Aunque pocos medios locales lo reflejen, los santacruceños se descargan en las redes sociales al ver las imágenes de la financiera donde el hijo de Báez, Martín, cuenta dólares a discreción. Algo de ese enojo se vio en la marcha de estatales, con una pancarta que decía: "Deciles sí a las represas en Santa Cruz", y una caricatura de la gobernadora y de Cristina con traje a rayas.
Hablar de sospechas de corrupción aquí se volvió frecuente. El intendente de Caleta Olivia, Facundo Prades (UCR), dijo que "la plata que se contaba en La Rosadita era la que faltaba en la autovía [de su ciudad, una obra asignada a Austral]". El diputado nacional Eduardo Costa aseguró que la plata de esos videos "esta en distintas bóvedas en Santa Cruz". La diputada provincial Roxana Reyes (UCR) fue mas allá: "Esos bolsos estaban llenos de plata que era de todos los vecinos. Ésa es la plata que hoy falta en las escuelas, en los hospitales y en los barrios de Santa Cruz".
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