El jefe de la organización policial precisó también que sólo Rodolfo Canicoba Corral puede levantar las alertas sobre los cinco iraníes sospechados por el atentado. El juez, en tanto, se pronunciará entre el lunes y el martes sobre el memorándum con Irán.
Timerman se reunió con Noble, un norteamericano que ejerce la secretaría general de Interpol y que desde un principio respaldó las negociaciones entre Argentina e Irán para encontrar una forma de avanzar con el caso AMIA. En el comunicado emitido ayer, Noble reitero que “ha acogido con satisfacción las últimas novedades sobre las relaciones entre ambos países y ha vuelto a manifestar su compromiso de facilitar cualquier avance a este respecto, si así se le solicita”. Timerman también mostró su satisfacción con el diálogo con Noble y ratificó que no hay un nuevo memorándum, sino un cronograma, presentado por la Argentina la semana pasada en Zurich, Suiza, para cumplir con lo acordado en enero. Irán debe responder sobre ese cronograma en los próximos días y la propuesta se coronaría con la toma de declaración a los imputados antes de fin de 2014. La AMIA y la DAIA, entidades duramente opositoras a la negociación con Irán y al memorándum, presentaron un recurso de amparo para que se declare inconstitucional el acuerdo con Teherán. La Corte resolvió que la competencia le corresponde al juez que está a cargo del caso AMIA, Canicoba Corral, quien hoy enviará una notificación a las partes adelantándoles que el expediente está listo para resolución. A partir de la notificación se calcula que el magistrado resolverá en tres días, lo que lleva la decisión al lunes o al martes.
Quienes conocen a Canicoba apuestan a que se inclinará por considerar abstracto el amparo, básicamente por dos razones:
- En primer lugar, porque hay antecedentes en que la Corte consideró que no cabe el amparo ante procesos que no están en real desarrollo.
- En segundo lugar, porque el juez seguramente va a considerar que no hay nada concreto hasta el momento. Por ejemplo, para Canicoba no hay una aceptación formal del memorándum por parte de Irán, en tanto y en cuanto no le consta que se haya notificado a la Argentina que el texto fue aprobado por un cuerpo legislativo o de cualquier naturaleza en Irán.
Pero, además, en casos anteriores, Canicoba siempre se movió considerando que debe haber algo concreto para objetar. Por ejemplo, si una de las partes rechaza que se viaje a Teherán y se realice la indagatoria mediante tal o cual procedimiento. Es decir, los cuestionamientos deben ser a medidas precisas. Como es obvio, el proceso no terminará con la decisión de Canicoba. La lógica es que AMIA-DAIA o el gobierno nacional apelen lo que resuelva el juez, con lo cual el próximo paso estará en la Cámara Federal y luego irá camino a la Corte.
El proceso del memorándum no ha sido fácil, pero el cambio de gobierno en Irán permitió avanzar en los últimos tres meses. El reformista Hassan Rohani reemplazó a un sector más duro, encabezado por Mahmud Ahmadinejad, pero el peso de la ortodoxia religiosa parece haber declinado en esta etapa. El marco general es la negociación diplomática que encabezó el presidente Rohani y que terminó durante el fin de semana con un acuerdo en el que participaron seis potencias –Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania– por el cual Irán aceptó congelar el enriquecimiento de uranio durante seis meses, a cambio de relajar las sanciones económicas, lo que implicará un ingreso de 7000 millones de dólares durante ese período. Al mismo tiempo, Irán aceptó un inédito plan de inspecciones, casi diarias, a todos los complejos relacionados con lo atómico y admitió también frenar los procedimientos en la planta de Arak. Se supone que el acuerdo será renovado al final del período de seis meses. El proceso de negociación diplomática es el que reivindica Timerman y fue puesto en marcha por Cristina Fernández de Kirchner, quien domina al milímetro la causa AMIA porque, en su momento, integró la comisión bicameral de seguimiento de la investigación de los atentados. Como legisladora, la Presidenta presentó un extenso dictamen en el se opuso al apoyo que el radicalismo y el peronismo le dieron al entonces juez Juan José Galeano.
Dos de las agrupaciones de familiares, Memoria Activa, encabezada por Adriana Reisfeld y Diana Malamud, y 18-J, que lidera Sergio Burstein, respaldaron el memorándum, aunque están a la expectativa de los resultados concretos que pueda producir. Memoria insistió en que se deben fijar plazos. La mirada de ambas agrupaciones –hay otros familiares que coinciden en la oposición que expresan AMIA y DAIA– es que se acercan los veinte años del atentado y el memorándum es una iniciativa para romper con la parálisis actual del caso. “No es lo óptimo, pero es un paso”, señaló la titular de Memoria, Adriana Reisfeld.
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