El Frente de Todos pone en juego 15 bancas. En Corrientes, Santa Fe, Córdoba y Chubut enfrentará elecciones muy difíciles.
Gracias a la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, senadores del oficialismo que no se veían de forma personal hacía casi un año tuvieron la oportunidad de volver a charlar en privado. En ese cara a cara se hizo un repaso del escenario electoral. Y lo que ahí brotó puso en alerta al puñado de presentes: la conclusión fue que el bloque que conduce Cristina Kirchner corre el riesgo de perder la mayoría en el Senado, justo una de las mayores fortalezas del Gobierno.
En la actualidad, el bloque del Frente de Todos (FdT) suma 41 senadores (aunque en los hechos son 40, por la licencia del tucumano José Alperovich, acusado de violación). En las legislativas de este año, el oficialismo pone en juego 15 bancas.
Hay provincias en las que el kirchnerismo descarta que se impondrá y, así, conservará sus dos bancas por la mayoría. Es el caso de La Pampa, Tucumán y Catamarca. En estas dos últimas provincias en el oficialismo descuentan que sus cuatro senadores peronistas (Alperovich, Beatriz Merkin, Inés Blas y Dalmacio Mera) no podrán renovar sus mandatos y que serán reemplazados.
Gustavo Valdés, gobernador de la provincia de Corrientes. Buscará quedarse con las dos bancas de la mayoría para el Senado.
En Mendoza se da por seguro que el FdT conservará la banca de la minoría y que la cristinista Anabel Fernández Sagasti buscará su reelección. El escenario en Mendoza hace suponer que Juntos por el Cambio preservará sus dos bancas.
El escenario peligroso es en las otras cuatro provincias -Chubut, Corrientes, Santa Fe y Córdoba-, donde el FdT pondrá en juego 8 bancas.
El panorama más arriesgado es el de Chubut, donde el oficialismo perderá seguro al menos un senador. Es que producto de esas rarezas de la política criolla, el peronismo tiene las tres bancas del Senado por esa provincia, las dos de la mayoría y también la de la minoría.
En el mejor escenario posible, el FdT se quedaría con dos senadores y JxC con el tercero. Pero el problema es que la elección en esa provincia patagónica asoma muy compleja debido a la desgastada gestión de gobernador Mariano Arcioni. En los ejercicios de mesa de arena que hace el oficialismo directamente se evalúa la posibilidad de perder dos senadores.
“Estamos muy complicados y encima ellos -por Juntos por el Cambio- tienen un buen candidato”, dicen en el peronismo de Chubut. Aunque todavía no anunció su postulación, las versiones indican que el radical Gustavo Menna encabezará la boleta para el senado.
“Aspiramos a recuperar una banca, pero daremos pelea por las dos”, advierten en JxC.
Las candidaturas del Frente de Todos tampoco están definidas. Se sabe que Alfredo Luenzo busca renovar su banca. Lo mismo que la cristinista Nancy González.
El tercer peronista por Chubut, Mario Pais, ya anunció puertas adentro del bloque que se retira de la política.
En una elección en la que no está asegurado el triunfo, será clave quién va al frente de la lista. Desde La Cámpora, además, buscan que el diputado Santiago Igón pelee una banca en el Senado.
En Corrientes el panorama también asoma complicado para el oficialismo. Se les vence el mandato a la camporista Ana Claudia Almirón y a Carlos “Camau” Espínola.
Pero en esa provincia gobierna el radical Gustavo Valdés, que buscará su reelección este año y también quedarse con las dos bancas de la mayoría en el Senado.
“Vamos a tratar de ganar la elección. Es factible, aunque en los últimos tiempos no hemos logrado ganar las legislativas”, confiaron cerca del mandatario. De lograrlo, el kirchnerismo perderá un senador.
En Santa Fe el final asoma abierto por completo. El Frente de Todos pone en juego las bancas de María de los Ángeles Sacnun y de Roberto Mirabella, que responde al gobernador Omar Perotti.
El resultado de la elección es tan incierto que el Frente de Todos podría mantener sus dos senadores, elegir uno solo (y perder el otro) o directamente no elegir ninguno (y perder dos).
Es que allí la disputa electoral será entre tres fuerzas: el Frente Progresista (del ex gobernador socialista Miguel Lifschitz), Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
“No hay chance de no meter un solo senador. Pero sí de perder uno”, conceden en la gobernación provincial. “Va a ser una elección muy díficil, pero tenemos una ventaja: nuestras chances crecen en función de lo que haga la oposición. Si Lifschitz no se presenta podríamos conservar los dos senadores”, completan.
Córdoba es el cuarto distrito que asoma como un gran interrogante. En Hacemos por Córdoba, la fuerza del gobernador Juan Schiaretti, y en el Frente de Todos coinciden en el mismo diagnóstico: que JxC conservará sus dos senadores por la mayoría.
La alianza opositora aun debe dirimir quién encabezará la boleta. “Voy a ser candidato a senador”, apuntó a Clarín Luis Juez. Y añadió: "Desde 2003 nuestra fuerza, el Frente Cívico, tiene al menos un senador".
Todavía no anunció qué hará, pero en frente Juez podría tener un rival de peso, el radical Mario Negri, a quien desde la UCR le “piden” que se presente. En el radicalismo descartan de plano la posibilidad de que el partido ceda la cabeza de las listas para el Senado y Diputados. La candidatura se definiría en las PASO.
A Hacemos por Córdoba en general le va bien en las elecciones ejecutivas y mal en las legislativas. Para la fuerza salir segundo y quedarse con un senador (hoy no tiene ninguno) sería una buena elección. Versiones indican que la candidata del espacio sería la diputada Alejandra Vigo. Es la esposa de Schiaretti.
Gobernador Juan Schiaretti, la semana pasada en la inauguración del ciclo lectivo en Córdoba.
Por el FdT es vox populi que el candidato será Carlos Caserio, a quien se le vence el mandato en diciembre.
Hay especulaciones con que podría haber una alquimia entre la fuerza de Schiaretti y el FdT. Pero en el oficialismo nacional prácticamente lo descartan: “Hay muy poco para repartir y será díficil ponerse de acuerdo”.
Así, en vez de acercarse a la quimera de los dos tercios, Cristina se enfrenta al riesgo de comandar un bloque con menos miembros. Hay qué ver cuantos menos.
En el peor escenario que se analizó en aquella reunión de la semana pasada, con una derrota en Corrientes y Chubut y sin lograr elegir senadores por Córdoba y Santa Fe, podría quedar con un bloque de menos de 37 senadores.
Más allá de lo simbólico, el Senado es clave para el oficialismo: es la Cámara, por ejemplo, que aprobó todos los DNU de Alberto Fernández.
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