En lo que va de abril, hubo 14 incendios de basurales a cielo abierto en la capital correntina y en todos los casos fueron de manera intencional. Pese a la prohibición, los vecinos de la ciudad continúan quemando basura en los terrenos y en los primeros días de enero los números son alarmantes. 

A 9 días desde el comienzo de abril, en la ciudad se registraron 14 incendios de basurales a cielo abierto. Estos son provocados por los vecinos que prenden fuego los residuos sin tener recaudos de los grandes focos ígneos que podrían provocar, además de los factores climáticos como las altas temperaturas y los vientos. 

En la mayoría de los casos, los bomberos son alertados por los vecinos y en otras ocasiones, por la policía. La modalidad con la que las personas actúan ante los incendios es que una vez iniciado el fuego se retiran del lugar sin prever los daños que pueden ocasionar no solo a las personas, sino también al ambiente. 

Daniel Bertorello, comandante de los bomberos de la Municipalidad, dijo a El Litoral que: “Hasta hoy (por ayer) hubo 14 incendios en varios basurales a cielo abierto de la ciudad de Corrientes. En todos los casos pudimos llegar a tiempo y sofocarlos, por lo que no pasaron a mayores”. 

Algunas de las zonas afectadas por los incendios fueron las localizadas por calles Viedma, Teniente Cundom, Bonastre y 2 de Abril. Mientras que los últimos incendios registrados ocurrieron en Igarzabal y Alta Gracia. En varias ocasiones los bomberos tuvieron que trasladarse al lugar para sofocar el foco ígneo. 

Los bomberos contaron que en algunos casos una vez que terminan de apagar el incendio en una zona, los vecinos alertan para que vayan a sofocar las llamas en otro sector. Por esta razón, llegan a generarse hasta cuatro incendios por día en la ciudad. 

En septiembre, el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Producción, pidió a los correntinos extremar los cuidados para evitar incendios de pastizales en toda la provincia. 

Por lo tanto, la quema se encuentra prohibida en Corrientes debido a la falta de lluvias, las altas temperaturas y los índices de peligro de incendios.