El titular de CAMECO, Juan Antonio Gutiérrez, aseguró que se vive “un momento muy difícil” y que las pymes necesitan la asistencia del Estado. La temporada de verano no alcanza para morigerar la baja en el consumo, por lo que crecen las chances de despidos y suspensiones en las empresas.
El titular de CAMECO (Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios), Juan Antonio Gutiérrez, dialogó con La Tecla Mar del Plata sobre el impacto de la emergencia sanitaria en el sector.
“Es un momento difícil, muy raro. Todos estamos atrás del tema de la salud, que hoy es lo más importante. CAMECO tiene 645 socios, de los cuales hay un gran porcentaje que está a puertas cerradas, con serias dificultades de mantener la actividad comercial. Es una problemática que tienen todos los negocios”, aseguró.
En esa línea, Gutiérrez advirtió que “más del 90% del empleo” en la ciudad lo generan las pymes y que “por eso es bueno que las cuiden”. Si bien la temporada de verano fue la mejor de los últimos años, el empresario sostuvo que ello no alcanza para paliar la baja exponencial del consumo. “El ingreso por turismo sólo comprende entre el 16 y el 17 por ciento de la actividad comercial en la ciudad, más allá del efecto cascada en otros rubros. Mar del Plata es una ciudad muy amplia, la temporada no marca una diferencia tan grande”.
Si bien Gutiérrez ponderó algunas “moratorias” impulsadas por el gobierno nacional y el provincial, exigió un mayor acercamiento de los bancos “para tener el crédito necesario para desarrollar la actividad”. De todos modos, el titular de CAMECO sostuvo que no hubo “medidas concretas” aún para las pequeñas y medianas empresas en este contexto de crisis.
“Los bancos públicos y privados deberían ampliar su cobertura para que la gente pueda efectuar pagos. Tiene que haber una ampliación de los créditos. No con una tasa altísima del 24%, como se anunció, sino una que oscile entre el 6 y el 7 por ciento; eso sí sería un aporte real para esta situación”, graficó.
Además, Gutiérrez explicó que el Banco Provincia “ha extendido” el otorgamiento de créditos, pero solamente para “aquellas pymes que pagan los sueldos” a través de la entidad. “Eso está bien, pero debería hacerlo para todos los clientes, también para las empresas que pagan de otra forma”, planteó.
Por último, se refirió a la situación laboral, ya que el fantasma de posibles despidos y suspensiones ya comenzó a circular en General Pueyrredón. “Los empleados son parte de la familia. Acá hay personas con almacenes y ferreterías a las que les cuesta pagar el sueldo porque están al día. O la gente que ha tomado un crédito y compró equipamiento. Todo esto cayó como un balde de agua fría. Necesitamos que el Estado Provincial Nacional y Municipal nos asista”, concluyó.
La situación del Manolo y la incógnita del Ministerio de Trabajo
Los primeros coletazos de la crisis ya se dejaron ver en la confitería Manolo. Hoy la empresa envió 14 telegramas de suspensiones a los empleados que cumplen tareas en el local ubicado en La Costa y Castelli. Mientras que en los otros locales ubicados en Alem y el centro se les habría otorgado vacaciones anticipadas a los trabajadores.
En este marco, se multiplican los interrogantes por la situación del coordinador regional del Ministerio de Trabajo bonaerense. Si bien el apuntado para ocupar el cargo es Sergio Arista, secretario adjunto de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), desde Provincia no se elevó todavía el decreto con su designación.
En definitiva, las dilaciones generan incertidumbre en torno a cómo actuará la dependencia gubernamental ante los conflictos laborales que se avecinan en la ciudad. Consultado por este medio, Arista prefirió no realizar declaraciones al respecto por el momento.
Por su parte, hace minutos, la CGT local, a través de un comunicado, adelantó que denunciará a los empresarios que "aprovechen la crisis para suspender o despedir a su personal”. Y remarcó que le comunicaron a las autoridades municipales las dificultades de trabajadores y trabajadoras autónomos, de la economía popular y de la pequeña empresa con la finalidad de que "puedan atravesar esta situación con el menor daño posible y sosteniendo el empleo”.
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