Jefes comunales y otros dirigentes del PRO ponen reparos a la estrategia expansionista de Larreta. Reclamos de amplitud, lugares y contención.
Entre las elecciones de 2021 y el arranque de la campaña para 2023, algunos de los dirigentes más representativos del PRO pasaron del encandilamiento por el proyecto nacional que propone Horacio Rodríguez Larreta a la incertidumbre por la eficacia de su estrategia política, sobre todo la que viene aplicando a través de Diego Santilli, no sólo su principal hombre de confianza, sino también su principal apuesta para intentar hacerse de la masa electoral de la provincia de Buenos Aires. La duda comenzó a instalarse hace semanas en un grupo de intendentes del partido amarillo, legisladores provinciales y diputados nacionales, de quienes se escuchan críticas por “falta de apertura” y “voluntad real” de hacerse el lugar necesario para llegar con volumen a los comicios del año próximo.
Eso surge de dirigentes de diversos distritos del conurbano y del interior con los que dialogó Letra P. De todos modos, toda la dirigencia involucrada tiene al alcalde porteño como el líder indiscutido del espacio, pese a la centralidad que retomó el expresidente Mauricio Macri y el amague siempre vigente de Patricia Bullrich para pelear por la presidencia de la Nación. Todos y todas concuerdan, además, en la idea de dirimir candidaturas a través de encuestas, focus group e internas como premisa inalterable. Sucede que observan a Santilli con poca autonomía relativa respecto de su jefe político y creen que viene cometiendo “errores” que dificultan la posibilidad de convertirse en candidato a gobernador único del PRO y, aun más, arrebatarle el poder al peronismo.
Con el movimiento de enroque que devolvió a María Eugenia Vidal a la Ciudad de Buenos Aires y depositó a Santilli en el provincia, el despeje de la competencia que significaba Jorge Macri y el triunfo electoral en las legislativas, tres fuentes consultadas por este medio dijeron que esperaban que el diputado nacional avanzara con fuerza sobre territorio despejado. “Hoy nadie puede decir que Santilli es el mejor candidato”, sintetizó un importante dirigente amarillo, quien, al igual que otros, se pregunta por qué el exvicejefe de gobierno porteño “regaló” algunas batallas internas. Enumera: no intentó disputar la presidencia del bloque de Diputados que conduce Cristian Ritondo ni la jefatura del partido en Buenos Aires que retuvo el vicentelopense Macri; no fue parte de la primera reunión del Foro de Intendentes en Mar del Plata, en la que algunos caciques esperaban su presencia para aunar fuerzas y no participó de la casi fallida juntada en Morón, de la que sólo salió una foto.
“Lamentablemente, hasta ahora no se empoderó, no demostró que es mejor que Ritondo o intendentes con intenciones como Néstor Grindetti, Julio Garro o Guillermo Montenegro”, disparó un dirigente con muchos votos propios que se sienta a la mesa chica del partido amarillo bonaerense.
Por supuesto, esta postura no es unánime en todo el larretismo bonaerense. Hay quienes, pese a reconocer las tensiones internas, se muestran totalmente alineados dentro del esquema electoral que propone el Colorado. Entre otros, se ubican allí los jefes comunales Diego Valenzuela y Ezequiel Galli, el dirigente sin tierra Gastón di Castelnuovo, quien ganó en el Ituzaingó del peronista Alberto Descalzo. Suelen remarcar que se sienten contenidos por la propuesta del líder porteño y que esta va en sintonía con una agenda bonaerense y un programa de gobierno al que suelen aportar en mesas de trabajo. En el equipo de uno de ellos señalaron el contraste con Vidal, quien -afirman- manejaba la estrategia electoral y la confección de las listas con mano de hierro desde el sillón de Dardo Rocha.
Los lugares de poder destinados para segundas y terceras líneas también son puestos bajo la lupa por el sector que pone una pausa al entusiasmo inicial desenfrenado por El Colo. Un armador que pisa los pasillos del Congreso con regularidad se detiene en algunos puntos. De los tres nombres que faltan para ocupar los lugares vacantes en el Banco Provincia, Santilli empuja al exministro de Gobierno de la Ciudad Bruno Screnci y no a alguien con ADN territorial y bonaerense; lo mismo ocurre en el directorio del Banco Ciudad, donde se encuentra ubicado otro incondicional al Colorado, Fernando Elías. Lo que no dice el armador o no recuerda el armador consultado es que en la elección del año pasado el enviado de Rodríguez Larreta le dejó la lista completa de las ocho secciones electorales a los jefes comunales del PRO. Sólo ubicó un candidato en la Quinta sección electoral que, después de la interna, finalmente se quedó afuera del Senado, en parte, consecuencia de la buena performance del radicalismo, que ganó la interna de Juntos en las cuatro secciones del interior.
En un sector u otro, todos bajo el paradigma Rodríguez Larreta 2023, son conscientes de que están más ordenados que el oficialismo, donde la interna a cielo abierto empuja al Frente de Todos al borde del abismo. Todo eso, aunque a propósito de una visita de Bullrich a Lanús hayan aparecido numerosos carteles con la leyenda “Patricia presidenta” que un dirigente con proyección mandó a pegar para sacudir un poco ese orden. En cualquier caso, la estrategia de Santilli sigue siendo la que tiene mayor volumen, por visibilidad, respaldos y, hasta ahora, los números de las encuestas.
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