El dirigente y vocero oficial de la Coalición Cívica platense dialogó con REALPOLITIK acerca de la situación actual del partido. En ese marco, Alejandro Carranza señaló que la oposición debe cumplir el rol de contralor y fortificarse para poder ser una alternativa de gobierno seria dentro de cuatro años.
La Coalición Cívica está planteando una asamblea partidaria para la segunda semana de noviembre, para darse el debate necesario a raíz del resultado electoral.
En el medio, en La Plata hemos realizado un plenario donde analizamos en lo local los resultados y, si bien superamos la media provincial y nacional, no pudimos obtener un mejor resultado. Igualmente nuestro partido se presentó a nivel nacional y, más allá del resultado, fuimos los únicos que no integramos ningún frente y eso para nosotros constituye un buen punto de partida.
RP.- ¿Coinciden en que la figura de Elisa Carrió está desgastada?
No lo creo así, un mal resultado no se puede negar. Creo que debemos revisar nuestra estrategia. El desgaste más fuerte puede ser para aquellos que buscan amontonamientos de cualquier tipo para un resultado electoral.
No dejo de observar que la ciudadanía nos facturó más a nosotros la dispersión de la oposición. También porque la ciudadanía había apostado por Carrió, de eso nos tenemos que hacer cargo, pero lo hacemos con la cabeza alta en cuanto a coherencia.
La UCR llevó a Lavagana como su candidato a presidente, impidiéndole a Carrió llegar a segunda vuelta y “Lilita”, pese a ello, promovió el Acuerdo Cívico y Social. Así que, bueno, debemos mejorar en lograr que la ciudadanía nos perciba como la auténtica oposición. Va a ser duro, pero no imposible
RP.- ¿Qué va a pasar con Mor Roig?
Creemos que Javier Mor Roig sigue siendo un referente importante de la Coalición Cívica. De hecho, ha recibido reconocimiento dentro de la fuerza por haber hecho un esfuerzo más que importante con una campaña que se hizo con seriedad y apostando en serio a ser opción.
Además, el hecho de superar la media provincial, pese a la magra cosecha, no pasa desapercibido y está posicionado para ser una de las opciones de nuestra fuerza en el futuro. Aunque sería poco serio de mi parte estar aseverando o poniendo fechas, creo sí, que es un dirigente muy valioso y que puede estar en un lugar expectante cuando el partido se lo requiera.
RP.- ¿Y vos?, ¿vas a ser candidato?
El momento que estamos atravesando como fuerza política nos impone una única obligación, que es la de recrear el vínculo con la sociedad, militar y trabajar en silencio. Después será el partido quien diga quiénes son las mujeres y hombres que pueden representarlos mejor.
RP.- ¿Ser oposición, en esta coyuntura, es mala palabra?
No, en absoluto. Reconocer la legitimidad del triunfo de Cristina es una obligación. En La Plata es distinto, los votos no borran la violencia que se vivió en estos años y que tuvieron tanto a vecinos como opositores como destinatarios de la intolerancia de Bruera.
Tampoco borra la improvisación con que maneja temas como la basura, el COU y el transporte, por mencionar algunos. En democracia, el triunfador gobierna y el opositor controla, el resto son eufemismos de algunos que se van corriendo al calor de los dineros oficiales.
No hay que olvidar que, pese a la dispersión, la oposición es algo más del 45 por ciento. Nuestro lugar está allí.
RP.- Ahora los referentes de la oposición, tanto Mauricio Macri como Hermes Binner, manifestaron sus deseos de trabajar en conjunto con el gobierno nacional. Por eso la pregunta…
Colaborar en temas comunes, sin duda, es obligación. Como lo fue por ejemplo las normas de lavado de dinero y otras. Igualmente, tanto Macri como Binner deben mantener relaciones de otra fluidez por ser responsables de gobiernos que deben trabajar con el nacional.
En nuestro caso hay observaciones sobre el presupuesto del próximo año y se expresarán en la discusión en el Congreso.
RP.- ¿Qué es lo mejor que le puede pasar a la Coalición Cívica?
Como te decía antes, recomponer nuestra relación con quienes nos han votado en otra oportunidad. Volver a ser opción.
Todo esto será posible si somos capaces de realizar una autocrítica de nuestra estrategia. Eso sí, en los ámbitos partidarios, no a través de los medios ni petardeando innecesariamente.
Mientras tanto, nos debemos a quienes aún confían en nosotros. Seremos como el tábano, allí estaremos para advertir lo que, a nuestro entender, se está haciendo mal.
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