Con el despido del excelente reportero gráfico, Diego Izquierdo, continúa el proceso de eliminación de trabajadores de prensa y gráficos de la planta de personal de Editorial Sarmiento.
Con el apoyo de grupos parasindicales que respondían al Grupo Olmos (Obra Social de la UOM) cuyo secretario general es Antonio Caló, el Diario Crónica (con El Atlántico en el paquete) pasó a formar parte de los diarios oficialistas como Tiempo Argentino, BAE, Ambito Financiero, El Argentino, entre otros. Todos estos productos fueron decayendo ostensiblemente en sus ventas, y pasaron a ser sostenidos con papel para edición de diarios y pauta oficial. En este contexto no resulta extraño, que El Atlántico haya pasado a manos de Aldrey Iglesias y su socio Néstor Otero, procesado por dádivas en la causa que investiga a Ricardo Jaime.
Tanto Aldrey Iglesias, Otero, como el Grupo Olmos, cuentan en la ciudad con el aval político del gobierno municipal encabezado por Gustavo Pulti, por el gobernador Daniel Scioli, la Unión Cívica Radical y el Frente Para la Victoria, que sólo expresan condolencias, para ser generoso con el calificativo, porque forman parte de la misma estructura de corrupción, y acompañan con su silencio, la falta de compromiso y medias palabras, un proceso que ya ha dejado en 10 años, 200 trabajadores despedidos en Mar del Plata. Tampoco el Sindicato de Prensa haya ejercido alguna maniobra de defensa, salvo que sus dirigentes, como Roberto Ferro, quien insólitamente, recomienda a los trabajadores afectados y/o despedidos no leer los portales de noticias, que informan la realidad de lo que sucede. En cualquier lugar del mundo a esa conducta se le llama complicidad.
Ahora los ex Trabajadores del diario El Atlántico dieron a conocer nuevos casos de despidos, en el siguiente comunicado:
“En el ex diario El Atlántico de Mar del Plata se continúa con el proceso de vaciamiento, que comenzó a principios de diciembre de 2013. A los retiros voluntarios “inducidos” que tuvieron lugar durante el último mes, se sumó este viernes 10 de enero de 2014 el primer despido. El compañero fotógrafo Diego Izquierdo, quien durante ocho años se desempeñó en la empresa como reportero gráfico, se encontró durante la mañana de ayer imposibilitado de ingresar a su puesto de trabajo, como consecuencia de una decisión tomada por el jefe de medios digitales del Grupo Crónica, Juan Pablo Vieytes.
Durante la tarde del jueves, el fotógrafo (ahora desvinculado) mantuvo un respetuoso intercambio de correos electrónicos con Vieytes, a través de los cuales le manifestó su preocupación por no haber cobrado su salario, correspondiente a diciembre. Al día siguiente, le impidieron el ingreso al edificio ubicado en Bolívar 2975.
Cabe mencionar que el mes anterior, tanto Izquierdo como Florencia Di Sciascio –quien recientemente también fue “indirectamente despedida” (la empresa le notificó desconocer su vínculo con la misma)- cobraron sus haberes de noviembre recién el 19 de diciembre, quince días más tarde que el resto de sus compañeros.
Ante este escenario, Crónica de la Costa ya no cuenta con fotógrafos en su plantel, lo cual deja al descubierto la falta de planificación y proyección de la empresa para con lo que ellos denominan “un gran proyecto”. Además advertimos que los periodistas no somos fotógrafos y por lo tanto no haremos esa tarea, como ya lo han solicitado en anteriores oportunidades.
También vale destacar que los dos fotógrafos nunca fueron contratados sino que durante años le facturaron sus trabajos al Grupo Crónica como monotributistas, debido a la falta de voluntad de la empresa de blanquearlos.
Esta situación se suma a las tantas irregularidades que los trabajadores del exdiario El Atlántico venimos padeciendo desde diciembre, cuando se oficializó la venta del diario a Néstor Otero, empresario vinculado directamente con Florencio Aldrey Iglesias. Solo cinco compañeros actualmente están haciendo la edición en papel, mientras que el resto continuamos cumpliendo funciones para el Grupo Olmos (diario Crónica, Crónica de la Costa, BAE, Democracia y Diario Show) sin saber con certeza qué sucederá a futuro.
Ex trabajadores del Diario El Atlántico.
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