El jueves, en medio de rumores y sacudones en el mercado, el Presidente se reunió durante una hora con el ministro de Economía. Fue una señal para tratar de apagar la crisis que todavía sigue en ascuas. Lo que charlaron en el encuentro a solas y las novedades que se produjeron horas después. La otra foto anti pánico de la jornada.
Pablo Ibáñez
Se vieron una hora, a solas, en Olivos. Sergio Massa detalló el avance de las conversaciones con el FMI, le anticipó que en unas horas se reactivarían las liquidaciones del dólar soja y le advirtió sobre algo que, en teoría, Alberto Fernández debía saber: el costo político y económico del affaire Antonio Aracre, el jefe de asesores del Presidente que renunció el martes en medio de rumores que sugerían la salida del ministro de Economía.
Fue, según las fuentes oficiales, una charla amena, una más de las que mantienen todos los días, “varias veces”, el presidente y el titular del Palacio de Hacienda. Tuvo, eso sí, un objetivo adicional: tratar de apagar las versiones de un cambio de ministro y, a partir de ese mensaje, tratar de aportar una dosis de calma frente a una tormenta política autogenerada. Al cierre de los mercados, en Economía decían que la señal había tenido efecto: se aplacaron las tensiones y “bajó 10 pesos el blue”.
Con las horas, uno de los ítems que mencionó Massa se concretó: recomenzaron, luego de dos días de parate, las liquidaciones vía dólar soja. La cámara que nuclea a exportadores informó, al atardecer del jueves, que durante el día se liquidaron U$S 173 millones, con lo que el monto en lo que va de abril ascendió a unos U$S 1700 millones. ¿Fueron las versiones sobre Aracre y Massa las que inquietaron al mercado y ralentizaron las liquidaciones? No de manera directa: el efecto fue sobre el dólar blue y la estampida de esa divisa, impactó sobre las liquidaciones.
¿De qué modo, un episodio casi menor como un supuesto off de Aracre, alteró el mercado? Una lectura lineal tiene que ver con la fragilidad del momento político y económico. Cualquier hecho, por mínimo que sea, puede generar un tembladeral. La duda es, sin embargo, sobre por qué “el mercado” compra versiones como la que indicaba que Massa podía irse y asumir, en su lugar, el ex CEO De Syngenta.
“Se creyeron que la movida de Aracre tenía el guiño de Alberto”, explicó una voz oficial que siguió, de cerca, toda la secuencia. “La situación política es frágil y el mercado interpretó que Alberto impulsaba un cambio político”. No deja de sorprender esa mirada y, en el oficialismo, lo aplican a un criterio más amplio: las tensiones que en los últimos 60 días rodearon a la figura de Massa y tuvieron, según la interpretación en Economía, usinas en el entorno del Presidente. “Desde el 15 de marzo en adelante, abundaron las operaciones que citaban fuentes de Casa Rosada”, apuntó un colaborador de Massa que este jueves cerró la jornada con un encuentro, con foto incluida, con Miguel Pesce, el titular del BCRA, entidad que resolvió una suba de tasa para tratar de compensar el efecto de la inflación en los ahorristas.
Costo Aracre
En Olivos, Fernández y Massa hablaron sobre algo que las fuentes describieron como “costo de affaire Aracre”. Es decir: el efecto que tuvo, en materia de suba del dólar blue y parate de liquidaciones, el rumor de que el ex CEO de Syngenta, podría asumir como ministro de Economía. El Presidente, contaron en Gobierno, ratificó que escuchó algunas “ideas sueltas” del empresario y que le dijo que se las transmita al ministro.
Hay, ahí, un ruido extra: nunca, desde que asumió, la relación entre Massa y Aracre fue buena. Incluso, a la hora de analizar el episodio, con los off y las renuncias, se detecta una extravagancia que tuvo que ver con que Fernández convoque al Gobierno a Aracre a pesar de que éste tenía, desde antes, una mala relación con Massa. Incluso, Aracre aparecía muy cerca de Martin Guzmán. Luego de dejar su cargo, el exminsitro reapareció en público con un encuentro y foto con Aracre.
Como contó elDiarioAR el martes, con la escalada de la crisis Fernández resolvió, tras un contacto por mensaje, la salida del ex CEO del Gobierno, cargo en el que este se mantuvo durante apenas 80 días. “A Sergio lo tenemos que cuidar”, dijeron en esas horas en Casa Rosada para explicar la salida, resuelva con relativa velocidad, de Aracre.
El mano a mano en Olivos duró una hora pero luego, desde ahí mismo, Fernández participó por Zoom de un foro organizado por Joe Biden, en el que intervinieron otros mandatarios -entre ellos Lula Da Silva y Emmanuel Macron- y Massa intervino, de manera virtual, en un coloquio de IDEA destinado a las cuestiones energéticas.
“Ellos hablan todo el tiempo. Se ven varias veces por día. No hay tal pelea: puede haber diferencias de criterio pero se saldan hablando”, apuntó una fuente oficial. El detalle, para graficar el ida y vuelta, es que Fernández y Massa tiene un video call -una línea de comunicación directa- por el que se conectan, varias veces al día, cuando el Presidente está en Olivos y el ministro en el Palacio de Hacienda.
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