Participará de un evento en la Fundación Mediterránea. Además, estará en un encuentro sindical. En Mendoza, presentará su modelo de “gobierno itinerante”.
Fue un emblema de los años '90, de sintonía fina con el ex superministro de Domingo Cavallo y usina del pensamiento neoliberal. Es, aún, sinónimo de Córdoba, el think tank del cordobesismo empresario.
Se trata de la Fundación Mediterránea que mutó y expone, en este tiempo, un perfil más cercano al desarrollismo. Allí, este jueves, estará Alberto Fernández, candidato del Frente de Todos, al que reciben con modos presidenciales.
Hace una semana estuvo en Córdoba, participó de la misa por José Manuel De la Sota, habló en la universidad, almorzó con dirigentes y tuvo un mano a mano, largo e intenso, con Juan Schiaretti.
Invitación de la Fundación Mediterránea a la reunión con Alberto Fernández
No está confirmado -pidió licencia y tiene fecha de regreso el miércoles- pero es probable que Schiaretti participe del encuentro en la Mediterránea, fundación que estuvo en los '90 muy ligada a Cavallo y donde expusieron otros candidatos.
Fernández tuvo su debut como candidato en el 2000 con la fórmula Domingo Cavallo-Gustavo Beliz que pulseó -y perdió- por la jefatura de Gobierno. Con el economista no habla; con Beliz son amigos y se vieron la semana pasada.
La Mediterránea está presidida por Pia Sartori, hija de Piero Sartoni, sponsor y creador de la fundación. Luis Pagani, de Arcor, y Roberto Urquía, de AGD, son dos figuras activas en un dispositivo donde confluyen perfiles y identidades diversos.
Sin esfuerzo aparente, Fernández interactúa con sectores que tuvieron -y tienen- cortocircuitos con Cristina Kirchner. Su reciente viaje a Perú tuvo esa matriz: la visita a Evo Morales era de manual, pero la charla con Martín Vizcarra fue para mostrarse en diálogo con actores de centro, incluso centro derecha.
Alberto Fernández coincidió con el presidente de Perú en la necesidad de consolidar la unidad latinoamericana
En criollo: busca mostrar una paleta de colores en los vínculos más amplia y diversa que la que exhibió el kirchnerismo. Un albertista lo traduce con sencillez: "Mostrarnos que no somos el cuco que algunos dicen".
En Córdoba repite el esquema. El almuerzo en la Fundación Mediterránea consolida ese perfil. "Habla y escucha a todos, y expresa cuando no coincide" dicen a su lado.
Al atardecer, cerrará una cumbre sindical armada por Héctor Daer, co-titular de la CGT, que encabeza la cumbre de la federación de su gremio, sanidad. En la galaxia Alberto, Daer es un operador activo y, dicen en México, imprescindible en el diseño del Pacto Social que empezó a esbozar en Tucumán donde Daer y Miguel Acevedo de la UIA fueron los partenaires .
La filial cordobesa de esa central celebra su aniversario el 1° de octubre y ya invitó a Fernández.
El desembarco cordobés es en clave electoral. Fue uno de los dos distritos donde Alberto perdió y allí la fórmula presidencial hizo su peor elección: sacó 30,4%, 3 puntos menos que en CABA.
Pero tiene una lógica global. El martes, Fernández viaja a Mendoza donde se muestra junto a más de diez gobernadores en funciones y electos, en un despliegue para apoyar a Anabel Fernández Sagasti que disputa la gobernación el próximo domingo.
Fernández hará, con los jefes provinciales, una puesta en escena de candidato presidencial: como ocurrió en Rosario, se firmará un compromiso federal para aplicar, en caso de ganar, un modelo de "presidente itinerante".
"Es un esquema de gobierno federal, un compromiso de gobierno federal, con descentralización política y de gestión, y con el presidente y su gabinete gestionando en distintos puntos del país", explicaron a Clarín desde el equipo del FdT.
Junto a Fernández estarán los gobernadores Gustavo Bordet (Entre Ríos, Sergio Uñac (San Juan), los electos Omar Perotti (Santa Fe), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), entre otros.
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