El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pidió por una nación unida y expresó su preocupación por la pobreza infantil.
El presidente Alberto Fernández encabezó este jueves el tradicional Tedeum, el último suyo como jefe de Estado, del 25 de Mayo en la catedral metropolitana, con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.
Acompañado del ministro de Economía Sergio Massa, que luego asistirá al acto de la vicepresidenta Cristina Kirchner en Plaza de Mayo, y de parte de su Gabinete, el primer mandatario participa de la ceremonia que encabeza el arzobispo de Buenos Aires Mario Aurelio Poli con motivo de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Se trata también del último Tedeum del sacerdote, que en los próximos días presentará la renuncia a su cargo.
De la celebración religiosa participa buena parte del gabinete nacional:, el canciller Santiago Cafiero; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; y los ministros Eduardo ‘Wado’ De Pedro (Interior), Raquel ‘Kelly’ Kismer de Olmos (Trabajo), Martín Soria (Justicia); Jorge Taiana (Defensa); y Diego Giuliano (Transporte), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social) y el secretario General de Presidencia, Julio Vitobello, entre otros funcionarios.
En su discurso, el cardenal, Mario Poli, hizo referencia a el 25 de mayo como una fecha en la que todos los argentinos se ven obligados a recordarla con el corazón: "Si no recordamos agradecidos de dónde venimos, difícilmente podamos avanzar hacia donde queremos ir como nación", sostuvo.
El sacerdote señaló que "en la búsqueda del bienestar de todos, necesitamos dar pasos importantes para el desarrollo integral". "Pero cuando priman intereses particulares sobre el bien común, o cuando el afán de dominio se impone por encima del diálogo de la justicia, se menoscaba la dignidad de las personas e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones", agregó.
"No puedo dejar de mencionar, cómo demuestran recientes estudios de campo, la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población vulnerable. Es de información pública que 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes argentinos son pobres, y este porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanzan 8.200.000 personas menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimenticias", comentó.
Como solución a los conflictos del país, el arzobispo propusoque, aunque parezca más fácil alimentar la confrontación buscando culpables en el pasado o en el presente, el modo más sabio y oportuno de prevenirlas y abordarlas es procurar consensos a través del diálogo.
Ante las próximas elecciones en busca de un nuevo conductor de la nación, señaló: "Es una inmejorable oportunidad para que los candidatos manifiesten su vocación de servicio, y aprovechen sus palabras para hacer docencia democrática, con propuestas claras y realistas. Sin descalificar a los que compiten, con un lenguaje nuevo, que promueva la solidaridad y que le devuelva al pueblo la confianza y el deseo de participar en la construcción de un destino común".
Qué dijo Alberto Fernández en su último 25 de mayo como presidente
“Es este el último 25 de Mayo como Presidente. También el suyo, querido Cardenal. Con lo cual es para usted y para mí un 25 de Mayo distinto”, arrancó el presidente de la nación. “Quiero poner en valor sus palabras. Creo que tenemos que ser capaces de construir una convivencia democrática que nos falta. Que no hemos sabido construir en todo este tiempo”.
“Está claro que en la diversidad pensamos distinto, y tenemos miradas y aspiraciones de un país distinto, pero tenemos todos los compromisos que usted, cardenal, nos ha marcado. Con los compromisos con los que menos tienen. Primero los últimos, nos enseña el papa Francisco”.
Alberto Fernández consideró que en todo este tiempo “recurrí muchas al Papa Francisco porque Argentina lo necesitaba” y “el querido Papa siempre estuvo ayudándome”. “Y hoy lo hago público, porque siempre lo hizo en silencio. Nunca dejó de ayudar cuando la Argentina lo necesitaba”, reveló.
Y concluyó: “Quiero rezar por el Papa, como él pide que recemos cada vez que hablamos con él. Quiero rezar por ustedes, por cada argentino y cada argentina, para que de una vez por todas podamos construir esa unidad de la que habló el Cardenal, y para que podamos construir en unidad una sociedad más justa. Muchas gracias, y viva la patria”.
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