Pobreza, desigualdad, pedido de renuncia al presidente de la OEA, críticas a Trump, Macri y al FMI, cuestionamientos a Biden por las ausencias y un final con tónica peronista. Alivio, sorpresa y satisfacción en gran parte de la comitiva.
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JONATHAN HEGUIER (ENVIADO ESPECIAL A LOS ÁNGELES)
Era una encrucijada. "Acá no sabés dónde pisás la cáscara de banana", dijo aliviado un hombre de la comitiva que puso su trazo en el discurso final que delineó Alberto Fernández cuando concluyó el mismo. En la IX Cumbre de las Américas, el presidente argentino superó la prueba.
Sus palabras se centraron en la pobreza y desigualdad que sufre América; hubo pedido público de renuncia al presidente de la OEA, Luis Almagro, por su apoyo al golpe de Estado en Bolivia; se criticó a Donald Trump, a Mauricio Macri y al FMI. Cuestionó de frente a Joe Biden por las no invitaciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y tuvo un final con tónica peronista. Dentro del Frente de Todos hubo alivio, sorpresa y satisfacción en gran parte de la comitiva.
Cristina Kirchner siguió en vivo por televisión el discurso del Presidente y apenas terminó pidió que le pasaran el texto completo escrito. En la comitiva hubo en su mayoría pecho inflado. "Ahora sí que volvió Alberto. Este es el Alberto que se le salen las tripas", dijo a El Destape un peso pesado del entorno de Fernández que un día antes del discurso estaba preocupado. "Yo estoy en una encrucijada acá", dijo.
Salvo el canciller Santiago Cafiero, nadie conocía la línea del discurso que comenzó a armarse durante horas en la noche del vuelo a Los Ángeles entre el Presidente y el exjefe de gabinete.
Luego, Alberto fue convocando de a grupos en el hotel Ritz entre sus ministros para opinar sobre sus palabras en el Centro de Convenciones. El final del discurso tuvo épica peronista y especial énfasis en la figura del Papa Francisco. "Él se sienta solo frente a la máquina y empieza a tipear", describió una persona del equipo del mandatario. "No lo escribió nadie más que él", contó a este portal.
Fernández se concentró en su discurso y no dio entrevistas a absolutamente ningún medio de comunicación. Eligió enfocarse y no trastabillar en la previa. Prometió notas solo luego del discurso.
Tras la participación de Fernández, el embajador Jorge Argüello contó cómo sigue la relación con Estados Unidos tras el discurso del presidente argentino, que era comentado por casi todos los medios internacionales en la sala de prensa del lugar. "De ninguna manera ha sido un discurso contra la administración del presidente Biden", aclaró el diplomático.
"Yo diría que si ha hecho alguna crítica fue hacia la administración del presidente Donald Trump. Esto no afecta la relación, porque nunca una relación bilateral se verá afectada si los interlocutores hablan con claridad y sin sinceridad. Por el contrario, tiendo a pensar que la administración Biden valora la claridad conceptual del Presidente Fernández. Fíjense ustedes que Fernández invitó a Biden a participar de la Cumbre de la Celac", afirmó Argüello.
Agregó que "el Presidente tenía dos opciones: optar por decir lo que pensaba, o callarse. Optó por lo primero, y me parece que ha sido un aporte necesario al diálogo entre Estados Unidos y los demás países de la región". Se le consultó a Argüello cuáles serían las palabras para definir la relación entre la Argentina y Estados Unidos. "Excelente y mejorando", manifestó.
La Cumbre cierra hoy con la foto final con todos los mandatarios. El Gobierno al momento se lleva de Los Ángeles un plan de inversiones importante con General Motors, un acuerdo con Google que aún queda por definir qué parte de la torta le toca a Argentina, una invitación aceptada por Biden a la reunión anual de la Celac y se espera el anunciado acuerdo por el gas con el presidente chileno Gabriel Boric. "Cuando teníamos la invitación de venir acá le recomendé que no, que no viniera a Alberto. No quería que él venga. Y hoy estamos acá. Y después de escuchar este discurso creo que valió la pena", resumieron en la comitiva presidencial.
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