El encuentro virtual lo organizó el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, buscando apoyo de los organismos internacionales para América Latina ante la crisis del Coronavirus.
Alberto Fernández participó este miércoles a la mañana en una sorpresiva reunión de presidentes iberoamericanos que organizó el español Pedro Sánchez. "Tenemos que trabajar todos en un marco general de reestructuración de deuda", dijo el presidente argentino en un llamado a la comunidad internacional por las devastadoras consecuencias económicas que amenaza dejar el coronavirus.
Pero además, las palabras presidenciales también remiten a la situación de la Argentina, enfrascada en una complicada negociación con acreedores privados a los que aún no logra convencer de su oferta para el canje de deuda.
"El desafío que viene es el desendeudamiento de países y empresas", dijo Alberto F. en la sala de videoconferencias de la Residencia de Olivos adaptada a la nueva modalidad de encuentros virtuales en el mundo entero. En la conferencia participaron ademas de una decena de presidentes de la región (los de Chile, Ecuador y Uruguay, entre otros), la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el presidente del BID, Luis Alberto Moreno; el del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza; el del BICE, Dante Mossi y el vicepresidente ejecutivo para América Latina del Banco Mundial, Felipe Jaramillo.
Llamativamente el brasileño Jair Bolsonaro no fue invitado. La justificación dada por La Moncloa supo Clarín es que se invitó a quienes son representativos de la región, pero que la iniciativa estaba "abierta para nuevas incorporaciones".
Sánchez organizó el encuentro de este miércoles a modo de "solidaridad" con Iberoamérica, para conseguir que las instituciones financieras internacionales y regionales faciliten ayuda para que estos países superen las consecuencias de la crisis. De hecho, la declaración final del encuentro Juntos por una respuesta para América Latina y el Caribe, empieza reconociendo que ambas regiones se enfrenta a "la peor recesión económica de las últimas décadas" como consecuencia de la pandemia. Esta propuso "ampliar el margen fiscal" de los países con "préstamos de largo plazo en condiciones adecuadas" para relanzar us economías y "estudiar posibles reestructuraciones de pagos de deuda, caso por caso, a países altamente endeudados como consecuencia de la pandemia. Habría que ver si a ello puede ligar sus problemas de alto endeudamiento un país como Argentina, cuyos problemas tienen otras raíces.
Además de proponer una serie de instrumentos para reformar el sistema de salud y la protección social, la Declaración que promovió el líder español con sus colegas -Alberto Fernández, Sebastián Piñera, Luis Lacalle Pou y Lenin Moreno, entre otros- habla de "garantizar la liquidez " y facilitar "líneas de swap de divisas", además de "créditos de rápido acceso". Y apoyar la "financiación mixta de inversiones sostenibles" además de mecanismos de "crédito de rápido acceso".
El Presidente que tejió una relación de aliados con Pedro Sánchez -de hecho lo fue a visitar a Madrid ya electo-, estuvo acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y el canciller Felipe Solá.
"Nadie se salva solo", dijo Alberto Fernández. al hablar, detrás de Sánchez y Georgieva. Son conceptos que se le han oído decir en otras cumbres virtuales durante estos seis meses. "Todos tenemos un destino común. Hay que dejar de lado las batallas ideológicas", apuntó y sin mencionar a Cuba y Venezuela, aunque haciendo clara alusión a ellos manifestó: "No es posible que en esta crisis siga habiendo bloqueos y sanciones porque eso afecta más a los pueblos que a los gobiernos".
El presidente hizo también una fuerte apuesta discursiva, al considerar que "se necesita un Plan Marshall para América Latina, Caribe y Africa". Se refería a la millonaria inyección de dinero que los Estados Unidos puso en Europa de la Segunda Guerra Mundial, dólares que si bien fueron destinados a levantar el continente de la devastación sufrida en el conflicto bélico del siglo XX, sirvieron también para evitar "fugas" de países hacia la órbita comunista que dominaba la Unión Soviética.
"La crisis nos sacó del letargo de ideas. Nos hizo ver lo importante y necesarios que somos. Ningún país está de más", dijo el presidente con ideas en las ideas en las que buscó parafrasear al Papa Francisco.
En ese tren, dijo que las economías iberoamericanas se enfrentan a un doble reto: sentar las bases para afrontar a medio y largo plazo los desequilibrios macroeconómicos y, al mismo tiempo, "diseñar políticas públicas robustas", tales como sistemas públicos de salud o de protección de trabajadores en mercados de "alta informalidad".
El mandatario español remarcó este miércoles al abrir la videoconferencia: "La pandemia de Covid-19 ha dejado al descubierto algunas de las principales debilidades de nuestros modelos de sociedad y los más vulnerables han quedado expuestos de manera injusta y desproporcionada", ha señalado, mencionado especialmente a las mujeres y a los jóvenes. "De nuestras acciones de hoy depende que millones de personas puedan seguir aspirando a tener una vida digna y con igualdad de oportunidades", ha añadido.
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