El Presidente no consultó con Cristina la llegada de Tolosa Paz a Desarrollo Social, Kelly Olmos a Trabajo y Mazzina a Mujeres.
Guido Carelli Lynch
Alberto Fernández no conversó con Cristina Kirchner sobre las designaciones de las nuevas ministras de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz; Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, y de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina. “Los que se fueron eran de Alberto. No hizo falta que hablara con Cristina. Todos lo entienden”, señaló uno de los colaboradores de máxima confianza del Presidente, uno de los pocos funcionarios que pisó Olivos en las últimas horas. Las tres flamantes ministras asumirán recién el jueves al mediodía en un acto en la Casa Rosada. Las renuncias de los funcionarios salientes se harán efectivas entonces.
El detalle y el reconocimiento de que los funcionarios que prefirieron correrse de la gestión respondían al mandatario evidencia la soledad política que atraviesa Fernández, que en la residencia presidencial apenas estuvo rodeado por su mesa chica, que cada día se angosta más. Allí se sientan el canciller Santiago Cafiero, el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos, el secretario general de Presidencia Julio Vitobello y la portavoz Gabriela Cerruti.
Todavía no está claro si la decisión inconsulta del Presidente perturbará la resquebrajada tregua con la vicepresidenta, pero una cosa es segura: ente los aliados de la CGT cayó mal que Fernández no los consultara su opinión para elegir a la sucesora de Claudio Moroni en Trabajo. Dirigentes cercanos a Fernández también dejaron trascender su decepción por las designaciones de Olmos y de Mazzina, de quien cuestionan su escaso nivel de conocimiento y volumen político.
“Se avanzó en equilibrar el Gabinete en materia de género”, resumió uno de los ministros que mejor interpreta al Presidente. En efecto, luego de que renunciara la primera ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta -molesta por la detención y el traslado a Buenos Aires de las mujeres mapuches que habían ocupado terrenos en Villa Mascardi- Fernández decidió cubrir las vacantes en Desarrollo Social y Trabajo, que ocupaban Juan Zabaleta y Moroni respectivamente, con dos dirigentes mujeres de su máxima confianza. “La salida de Eli precipitó el resto de los cambios”, señalaron en el entorno de uno de los ministros salientes.
El cambio también se interpretó como un intento de dar una señal de autonomía interna. ¿Y un gesto, además, para sostener la idea de buscar un segundo mandato a través de una PASO? "No pensamos en la elección ahora. Sí, que se está estabilizando la economía y va a llegar el momento de mostrar todo lo que se hizo y quedó opacado", concedieron cerca del Presidente. Y confirmaron que mantiene la idea de que haya primarias dentro del espacio. "Es pan para hoy y hambre para mañana", reflexionó un dirigente con diálogo frecuente con el Presidente y la vice sobre la presunta muestra de poder que Fernández escenificó con los nombramientos de las ministras.
Las continuas reestructuraciones por las crisis políticas del Frente de Todos habían reducido la presencia de mujeres en el Gabinete. María Eugenia Bielsa, Marcela Losardo y Sabina Frederic tuvieron que dejar las Carteras de Hábitat, Justicia y Seguridad. Solo la incorporación de Cerruti al área de Comunicación, que el jueves había dicho que no habría más cambios en el Gabinete, compensó esas deserciones. Apenas cinco ministros de los que asumieron en 2019 permanecen en sus cargos.
Tolosa Paz fue por esa misma razón la primera candidata a diputada por la Provincia en las legislativas de 2021. La dirigente platense, que además es pareja de Pepe Albistur, fue la única de las ministras designadas que se reunió con el Presidente a solas en Olivos este lunes, antes del mediodía. La flamante funcionaria pretendía asumir con la venia de CFK, pero en su entorno no confirmaron si finalmente logró hablar con la ex presidenta.
Comunicado oficial y silencio cristinista
A las 14.23 un comunicado de la Casa Rosada oficializó los nombramientos. “El Presidente ha convocado a tres mujeres de diferentes edades, procedencia geográfica y amplia trayectoria en sus temas de referencia a formar parte de su gabinete con el fin de profundizar la amplitud de miradas y la eficiencia en la gestión”, señalaba el texto que repasaba los antecedentes de las funcionarias y enfatizaba el carácter diverso de los nombramientos.
Algunos ministros estaban molestos por las confirmaciones extraoficiales de que el Presidente se tomaría 48 horas para pensar los nombres de los reemplazantes. “Seguimos fracasando exitosamente”, ironizó uno de ellos sobre la política comunicacional del Ejecutivo.
En el cristinismo hubo silencio. Cerca de la vicepresidenta y en La Cámpora, el ministro de Trabajo concentraba la mayoría de las críticas. “Hay que esperar para ver cómo funciona la gestión y cómo funcionan en la práctica”, señaló a título personal un dirigente de la organización de Máximo Kirchner sobre los cambios anunciados.
El kirchnerismo empujaba el regreso del ex ministro Carlos Tomada. El favorito en la previa para reemplazar a Moroni, Marcelo Bellotti, de cuña k, pero de buena relación con “los gordos” de la CGT, permanecerá en la Secretaría de Trabajo para la que sonaba Pablo Topet. Omar Plaini, cercano a Hugo y Pablo Moyano, exigía sin disimulo que el reemplazante de Moroni fuera directamente un sindicalista y comparó al descartado Bellotti con una bocanada de "oxígeno".
La designación de la economista Olmos, vicepresidenta del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), no es el peor escenario para los gremialistas más cercanos a la Casa Rosada, que de todos modos hicieron saber su decepción por no haber sido escuchados.
Es una vieja conocida al igual que Moroni -a quien siempre defendieron- y al igual que el ministro saliente es amiga del Presidente y una histórica dirigente del PJ porteño que se recicló en el Nuevo Espacio de Participación que lidera el vicejefe de Juan Manuel Olmos, quien no está emparentada con la ministra.
"Vamos a trabajar para fortalecer el salario de todos los argentinos. Ese es nuestro compromiso. Nuestra obligación es recuperar el salario", señaló la futura ministra a El Destape.
Las tres ministras designadas coincidieron el fin de semana en San Luis, donde se llevó a cargo el 35 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Tran, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries que tuvo entre sus protagonistas a Mazzina, quien era ministra provincial de la administración de Alberto Rodríguez Saá, el único gobernador peronista que no avaló el acuerdo con el FMI. “Me gustaría replicar el modelo de San Luis a nivel nacional”, señaló la funcionaria en declaraciones a El Diario de esa provincia.
Entre los ministros salientes el primero en hablar fue Zabaleta, el funcionario más político de los tres que se fueron. 𝗘𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗮𝗱𝗼, 𝗲𝗻 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗵𝗮 𝘆 𝗼𝗿𝗱𝗲𝗻𝗮𝗱𝗼. Falta todavía, pero en la emergencia fuimos haciendo las cosas que había que hacer y tomando las decisiones que había que tomar, expresó en una publicación en Facebook. Gómez Alcorta expresó su "alegría" por el nombramiento de Mazzina.
Zabaleta, que buscaba acelerar su regreso a la intendencia de Hurlingham, habló por última vez con Fernández el viernes, en Olivos. También había meditado su decisión con Máximo Kirchner y Massa. El Presidente intentó convencerlo de que permaneciera en el cargo, tal como había hecho con Gómez Alcorta el jueves. En ambos casos fracasó.
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