Comenzaba el viernes y sobre la Ciudad se abatía la última de una larga serie de tormentas. En la puerta del lugar donde se acababa de realizar una cena de la que participaron unos cien dirigentes del peronismo platense, Martelli (haciendo las veces de anfitrión junto a Guillermo Justo Cháves) despedía uno por uno a los invitados. “Esto (en referencia a la situación climática) está peor que la economía”, comentó uno de los comensales, que se tapaba con una capucha y salía disparado del lugar.

Unas horas antes había comenzado el encuenrto, cuidadosamente coordinado por el responsable del MUP La Plata, Adrán Vitale.

Con tono reflexivo, durante la reunión fueron tomando la palabra Mario Oporto, Silvina Batakis, Gabriel Katopodis y Alberto Fernández. La apertura estuvo a cargo de Martelli, el principal responsable del convite y de Guillermo Chaves.

Había militantes de reconocida trayectoria en la política platense: entre otros, el sindicalista Omar Alegre, Nicolás Carvalho (de la Juventud Platense para la Victoria), Gabriel Marino (CONAPLA), Cecilia Gómez Mirada (funcionaria de la Defensoría del Pueblo bonaerense), Marisol Aranguren (ex candidata a senadora provincial del FPV), el referente de Alternativa Vecinal Platense, Jerónimo Larsen, periodistas, referentes territoriales y responsables políticos de agrupaciones locales.

Los dilemas del peronismo (que se debate entre una unidad que debería consolidar sin demoras), balances sobre la gestión kirchnerista, análisis sobre la crisis económica y muchas expresiones de optimismo en torno de la “construcción de una alternativa de mayorías” eran los temas que se abordaban en el encuentro en un clima de serena reflexión -por estos días – bastante ausente en la ancha avenida opositora de raigambre “nacional y popular”.

Chaves primero y luego Martelli, analizaron temas del orden local, mientras que las figuras invitadas desmenuzaron en sus intervenciones cada pieza del puzzle en el que se convirtió el PJ desde la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner.

Expresiones autocríticas (con una mirada orientada hacia el interior del kirchnerismo y al final de la gestión de CFK), entremezcladas con llamados “a la unidad”, cuestionamientos muy duros al Gobierno de Cambiemos, y un tono sereno en cada exposición fueron haciendo correr los minutos hasta que cerca de la medianoche el ex Jefe de Gabinete cerró la reunión.

Era el epílogo de una semana intensa en casi todos los planos. La economía, presente en cada conversación de la militancia política, había cerrado un nuevo capítulo del declive económico que la gestión de Mauricio Macri no puede enderezar.

A tono con este momento, la señal del espacio de Martelli y Chaves fue convocar a figuras que dialogan con todos los sectores del peronismo. No hubo lugar entre las intervenciones para los latigazos retóricos grandilocuentes y autoindulgentes. Tampoco gritos ni invocaciones nostálgicas, y mucho menos el cada vez más frecuente autobombo de algunos espacios kirchneristas.

info BLANCO SOBRE NEGRO dialogó con Federico Martelli cuando finalizaba la actividad. En la charla, el referente nacional del MUP dejó algunos conceptos: “Ningún sector tiene la llave de la victoria. Sólo la harán posible la unidad y la reformulación de un nuevo camino, y la elaboración de una propuesta acorde a esta época, a este tiempo, que ya no es el de la década pasada”.

“Sino la historia nos juzgará en la medida de nuestras propias responsabilidades, por mucho o poco que hayamos trabajado por la unidad de los sectores agredidos por las políticas del macrismo. Si no nos damos cuenta de que la contradicción principal es con el capital concentrado y con sus agentes políticos la gente nos castigará otra vez con el voto”, agregó.

“No obstante hay mucha riqueza en el debate que se está dando en el movimiento nacional, y el papel de la dirigencia es sintetizarlo para construir una opción de mayorías, que llegue hasta cada rincón de la Argentina”, aclaró Martelli, y finalizó: “En La Plata estamos en ese camino junto a muchos sectores”.