El Presidente encabezó un almuerzo con intendentes en la localidad bonaerense de Pila y, al referirse a la crisis política, se le quebró la voz
Alberto Fernández enfrenta en estos días fuertes turbulencias económicas por la crisis cambiaria, pero también de índole político, a raíz de las persistentes diferencias al interior del Frente de Todos. Las presiones del kirchnerismo se prolongan desde hace meses y, a pesar de la reciente tregua con Cristina Kirchner, el Presidente se mostró emocionado ayer al referirse al conflicto dentro del oficialismo. Ocurrió en la localidad bonaerense de Pila, durante un almuerzo junto a su ministro de Obra Pública, Gabriel Katopodis, la diputada Victoria Tolosa Paz, y varios intendentes y concejales de la zona.
Según pudo reconstruir Infobae a través de los testimonios de algunos de los presentes, al primer mandatario se le quebró la voz mientras daba un breve discurso informal frente a los comensales durante el encuentro que tuvo lugar este mediodía.
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Alberto Fernández acababa de referirse al esfuerzo del Gobierno en la pospandemia y al “maltrato” de parte de los grandes grupos económicos, entre los cuales incluyó a los medios de comunicación. En ese marco, aludió al fuerte conflicto interno con el kirchnerismo, señaló que las diferencias se plantean como una pelea, aclaró que en realidad no lo son, y se defendió de los cuestionamientos sobre la gestión nacional. “Cuando voy a los lugares, y veo las obras, y me hablan de los funcionarios que no funcionan...”, dijo. Fue entonces cuando se mostró conmovido.
Además de Tolosa Paz y Katopodis, lo escuchaban el anfitrión, Sebastián Walker, y los jefes municipales Sebastián Ianantuony (General Alvarado), Carlos Rocha (General Guido), Juan Manuel Álvarez (General Paz), Javier Gastón (Chascomús), Francisco Echarren (Castelli), Alberto Gelené (Las Flores), y Jorge Paredi (Mar Chiquita). Además, el diputado por la quinta sección electoral, José “Cote” Rossi.
El Presidente inauguró una unidad sanitaria
Un intendente aseguró que el Presidente no sólo se emocionó levemente, sino que inclusive lloró, y que tuvo que secarse los ojos con una servilleta que le pasaron. “Nos venía expresando su dolor e impotencia con respecto a que en un sector de nuestro frente lo único que hacen es criticarlo cuando estuvo al frente de la pandemia y de una situación extraordinaria. Y nos decía que cada vez que va a un municipio, los intendentes y funcionarios le cuentan que hay obras como nunca. Y que a él le hablan de funcionarios que no funcionan. Entonces pidió que no le vengan a hablar de funcionarios que no funcionan”, relató el jefe municipal. En la Casa Rosada aseguraron que el contenido del discurso es real, pero que la versión del llanto es exagerada, y que a Alberto Fernández “sólo se le quebró la voz”.
El jefe de Estado viene de iniciar nuevamente las conversaciones de manera directa con Cristina Kirchner, después de largos meses de dardos cruzados, especialmente del ámbito kirchnerista. El reencuentro se produjo a partir de la renuncia de Martín Guzmán, que desató una corrida cambiaria y una crisis en los mercados que el Gobierno aún no puede contener.
Ayer, mientras el dólar blue alcanzaba los $300, los primeros registros indicaban que la devaluación dejó los ingresos de los trabajadores argentinos entre los más bajos de la región. En este contexto, la jubilación mínima y el piso de remuneraciones quedaron por debajo de los 150 dólares mensuales, si se toma como referencia el tipo de cambio libre.
Mientras el Presidente es eje de fuertes críticas de la oposición y se dispara el riesgo país, Cristina Kirchner y su tropa permanecen en estricto silencio en relación a la crisis económica y evitan dar respaldo explícito a Silvina Batakis, la nueva ministra de Economía nombrada por Alberto Fernández con aval del Instituto Patria, que sin embargo le informa sobre sus pasos a la vicepresidenta. En cambio, los dirigentes del kirchnerismo se dedican a expresarse sobre otros temas.
Los últimos dos días, la ex presidenta cuestionó a la Justicia a través de sus redes sociales. Y poco después, Alberto Fernández decidió salir a respaldar su postura, a pesar de la falta de apoyo en la gestión nacional económica. La crisis en los mercados, creen en la Casa Rosada, se debe en buena parte al silencio de La Cámpora y del cristinismo, que mantienen la distancia de un plan que continúa con la senda de Guzmán que ellos criticaban. Pero que, al menos, evitan cuestionar con dureza, como sí lo hacían durante la gestión anterior en Hacienda, atentos al delicado momento económico que podría complicar severamente a la administración nacional.
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