Por decreto, se designó a Gustavo Hugo Vaca en el cargo de director de Programas Sociales, Gestión Institucional y Competitividad, dependiente de la secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la nación. Además de su atractivo sueldo, recibirá un suplemento por función ejecutiva nivel II, a pesar de que en el mismo decreto se asegura que “el señor Vaca no reúne los requisitos mínimos del convenio”, por lo que se hará una autorización excepcional para aumentarle el salario.

Vaca fue tildado de traidor justamente por el Frente para la Victoria, dado que fue electo para la comuna 12 por ese partido y, pocos días después, se pasó a la lista de Martín Lousteau, a pesar de que en aquel entonces ostentaba el cargo de secretario General del Partido Justicialista.

Christian Asinelli y Gustavo Vaca junto a Martín Lousteau.

Por otro lado, el decreto 87/2019, firmado por el presidente Alberto Fernández el 27 de diciembre, designó a Christian Gonzalo Asinelli como subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo, dependiente de la secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación.

Asinelli, con sólo 44 años, tiene una larga trayectoria en cargos estratégicos. Doctor en Ciencia Política, fue secretario general del Consejo Metropolitano del Partido Justicialista entre el 2007 y el 2009, y vicepresidente del mismo entre el 2009 y el 2014. Sin embargo, luego de un acercamiento al Pro y al dirigente radical Martín Lousteau, logró posicionarse en la conducción de la fundación Banco Ciudad, en donde fue beneficiado con un jugoso salario de 146 mil pesos.

Recientemente y con el objetivo de atraerlo de nuevo a las filas del peronismo, el jefe de Gabinete nacional Santiago Cafiero promovió la creación de un cargo completamente nuevo para Asinelli, el de subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo de la Nación Argentina. Para coronar el atractivo de la oferta, le asignó un salario de 260 mil pesos.

Los casos de Vaca y Asinelli son sólo dos en una larga lista de funcionarios macristas, radicales y del arco opositor en general, que son convocados por el gobierno de Alberto Fernández para ocupar cargos estratégicos, en desmedro de las buenas intenciones militantes.