El respaldo de las casas de altos estudios a Alberto Fernández en la campaña de 2019 tuvo como consecuencia el nacimiento del Frente Universitario de Todos. El objetivo final es ganar presencia en los claustros y cortar con la hegemonía de la agrupación radical Franja Morada.
Para preservar su rol de prenda de unidad entre las distintas fracciones del peronismo, el presidente Alberto Fernández desestimó cualquier idea de construir un "albertismo". Sin embargo, en lo que va de su primer año de gestión, el nacimiento del Frente Universitario de Todos es lo más parecido a un espacio en el que el primer mandatario es la referencia conductora.
El frente tuvo su presentación en sociedad con su primer encuentro nacional realizado el 20 de noviembre en Jujuy. El visto bueno del Presidente al cónclave estuvo en la presencia del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Del encuentro también participaron los ministros de Educación Nicolás Trotta y de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; la asesora presidencial Dora Barrancos; la secretaria General de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Constanza Bossio; el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja; además de rectores, decanos, gremios de trabajadores docentes y no docentes y estudiantes.
El 22 de noviembre, día del aniversario de la declaración de la gratuidad universitaria por parte de Juan Domingo Perón, el Frente Universitario de Todos emitió una solicitada en los medios nacionales en el que expresó su respaldo al gobierno del presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández.
“El tema es tener ideas y políticas para las universidades y la educación en general. Lo que planteamos ahora es la articulación con la escuela media y poder ser parte de la solución de los problemas de las políticas públicas", señaló a La Tecla Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda e integrante de este espacio albertista.
Integrantes y orígenes
Si bien el señalado como conductor el sector universitario albertista es Jaime Perzyck, secretario de Políticas Universitarias de la Nación y rector en uso de licencia de la Universidad Nacional de Hurlingham; la intención del Frente es que no haya “una cabeza visible”, sino que lo puedan “componer entre los distintos claustros, que haya representantes en las distintas federaciones, como la FUA o los gremios no docentes”.
“Al ser el secretario de Políticas Universitarias, Perzyck tiene mayor acceso a todos. Es una pieza fundamental”, señaló Calzoni.
Pero si algo se puede considerar como el origen del Frente Universitario de Todos, fue la amalgama entre todas las universidades nacionales durante los años en los que Mauricio Macri estuvo en la presidencia. Las frases del ex mandatario, en las que expresó su destrato hacia la educación pública y gratuita, lo condenaron al antagonismo con las casas de estudio. Fue así que, apenas Cristina Fernández levantó el brazo de Alberto Fernández, los rectores respaldaron al candidato del peronismo.
Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda
"Macri jamás no nos llamó para ninguna política pública y este gobierno la mayoría de los ministerios nos buscó", señaló Calzoni, quien añadió que esa ausencia de trabajo con las casas de altos estudios no solo se limitó a las que son comandadas por el peronismo "sino con todas".
Así como el conurbano de la provincia de Buenos Aires es el gran caudal electoral de votos del peronismo, las universidades del esa zona también se encuadran en ese ideario. De hecho, muchas de las casas de altos estudios nacieron en las presidencias de los justicialistas Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Los objetivos
El Concejo Interuniversitario Nacional (CIN) es el ente que agrupa a las casas de altos estudios públicas de Argentina. Conviven allí dos bloques, uno del radicalismo y otro del peronismo, que se rotan las presidencias.
Actualmente, la titular del CIN es María Delfina Veirabé, rectora de la Universidad Nacional del Noroeste y enrolada en Franja Morada, y la vicepresidencia pertenece al peronismo, representado por Rodolfo Tecchi, de la casa de altos estudios de Jujuy.
María Delfina Veirabé, presidenta del CIN, junto al ministro Nicolás Trotta
Más allá de lo institucional, “desde lo político la idea es tratar de trabajar en un espacio mayor de representación en todas las universidades”.
“Hay elecciones en distintos momentos. Las universidades son heterogéneas, más allá de que la convivencia democrática de los claustros es buena. No es lo que pasa en otros espacios políticos. La idea es tener mayor representatividad en las universidades”, afirmó Calzoni.
Misma ambición se traslada a la FUA, que es el órgano que nuclea a los centros de estudiantes y las federaciones universitarias de cada casa de altos estudios. Representa a un millón y medio de estudiantes universitarios en todo el país. Desde 1983 la FUA es conducida de manera ininterrumpida por Franja Morada, brazo universitario de la Unión Cívica Radical. Mientras que este sector tiene la presidencia y la vice, el peronismo ostenta la secretaría General en manos de Constanza Bossio, de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).
El Partido Justicialista tiene como brazo universitario formal a la JUP. Muchos de sus referentes firmaron la solicitada de presentación del frente albertista. Sin embargo, la representación del peronismo en las casas de altos estudios está fragmentada en agrupaciones de las universidades o sin el sello pejotista. Por caso, La Mella, parte del espacio Patria Grande.
“El Frente de Todos es una coalición, así que conviven varias fuerzas. Lo mismo el radicalismo, que está en una coalición con diferentes actores. Este es un frente federal, así que las miradas de las provincias son distintas. No es lo mismo el peronismo de cordobés que el jujeño o el bonaerense. Ahí convivimos distintas miradas con algunos ejes en común”, explicó Calzoni.
La unidad de los rectores de las universidades fue efectiva para jugar fuerte por el candidato a presidente del peronismo en 2019. Ahora, ya con el autodenominado "gobierno de científicos" operando en la Casa Rosada, el Frente Universitario de Todos buscará fortalecer su presencia en los claustros.
El adversario a vencer
Aún a pesar de las subidas y bajadas de la Unión Cívica Radical desde 1983 a la fecha, Franja Morada es en gran parte responsable de la supervivencia y creación de cuadros políticos del partido centenario.
“La Franja se desarrolló con el mismo nombre desde Ushuaia a La Quiaca. Eso también ayudó a vencer al tiempo”, señaló a La Tecla Bernardo Weber, presidente de la FUA e integrante del Frente Reformista, que también destacó "el sentido de pertenencia" de los egresados franjeros, incluso "por encima del partido".
Así como la política argentina pasó de ser bipartidista a bifrentista, el brazo universitario del radicalismo forma parte del Frente Reformista, que integra con otros espacios, entre ellos el Movimiento Reformista, dependiente del Partido Socialista.
Muchos rectores y decanos del peronismo pasaban a la política por fuera de los claustros. La conducción de Franja, con la casi abonada presidencia de la FUA, es un caso similar, en la que termina siendo una proyección de dirigentes por fuera de las universidades.
Entre los ex presidentes de la FUA provenientes de Franja se encuentran el intendente de Rosario, Pablo Javkin; el actual rector de la Universidad Nacional de Almirante Brown y secretario General de la UCR, Pablo Domenichini; y los diputados nacionales Josefina Mendoza y Emiliano Yacobitti; este último, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Otro ex Franja es el subsecretario de Políticas Universitarias de la Nación, César Albornoz. Según se menciona, fue invitado al lanzamiento del Frente Universitario de Todos, el espacio peronista que quiere disputarle al radicalismo el dominio en los claustros, pero decidió no asistir.
El PRO y La Cámpora: desembarcos fallidos
Si bien La Cámpora es sinónimo de la juventud kirchnerista, la agrupación comandada por Máximo Kirchner no fue efectiva en su desembarco en las casas de altos estudios.
“Creo que se equivocaron en llevar al nivel universitario una lógica de construcción territorial. El mundo de las universidades es distinto. En algunos lugares les fue mejor que otro. Eso lo llevó a tener conflicto con agrupaciones afines”, reflexionó en off the record un conocedor de la política en las universidades.
Un caso similar se da en el otro extremo ideológico. El PRO no hizo pie en las facultades a pesar de haber estado cuatro años en el gobierno nacional y bonaerense y más de doce en la Ciudad de Buenos Aires.
A la inversa de la política nacional, donde el macrismo tuvo más peso que el radicalismo a la hora de imponerse en las decisiones y lugares en listas y ministerios, en los claustros Franja continuó con su hegemonía sin que sus socios amarillos les compitan.
“Es lo mismo que con La Cámpora, son representaciones chicas. No lograron penetrar la universidad como lo hicieron en territorio. Hubo algunos intentos en las universidades grandes como la UBA y La Plata, en algunas del conurbano, pero no tuvieron instancias fuertes”, señaló una voz del radicalismo universitario.
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