En algunos casos hubo negligencia de funcionarios, en otros, una cadena de contactos estrechos que llegó hasta la ex gobernadora, que no cumple con ninguna responsabilidad institucional que justifique encuentros personales. ¿No deberían predicar con el ejemplo?
El resultado positivo del test de coronavirus que se hizo la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal puso en el centro del debate público la pregunta de hasta dónde la “rosca” política es o no una actividad esencial, como lo son los servicios de salud, la producción y el transporte de alimentos o la atención en los comercios de cercanía. ¿Los y las dirigentes que no ostentan ningún cargo ni deben cumplir con responsabilidades de gestión, por más importantes que sean, deberían respetar la cuarentena como el resto de los ciudadanos de a pie? En todo caso, ¿no deberían extremar los cuidados, como se le recomienda a la gente de a pie, y predicar con el ejemplo?
Algunas de esas contradicciones que hoy tiene la dirigencia respecto de la pandemia se colaron en las explicaciones que tuvo que dar el diputado bonaerense de Juntos por el Cambio, Alex Campbell, a propósito de su propio contagio y el de Vidal, su jefa política. "No estamos hablando de rosca. Son reuniones de trabajo. María Eugenia Vidal es la jefa de la oposición en la Provincia de Buenos Aires, es la jefa de Senadores y Diputados, por eso tiene reuniones. Es parte de su actividad política", intentó justificar. Pero no pudo explicar por qué esos temas de “trabajo” no pudieron resolverse por teléfono o Zoom, como sucede en cualquier otra actividad. ¿Acaso será que, en medio de tanta paranoia por las causas judiciales de espionaje ilegal en curso es preferible arriesgarse a un posible contagio que a ser escuchado?
Acabo de recibir la noticia de que mi hisopado dio positivo #Coronavirus. Me encuentro bien, estoy en mi casa junto a mi familia y voy a seguir trabajando desde acá, cumpliendo los protocolos que me indicaron los médicos. Por favor cuídense todos, y cuiden a sus familias.
— Alex Campbell (@AlexCampbellOK) June 16, 2020
El caso Vidal podría descubrir una cadena que empezó el viernes pasado con el primer positivo resonante de la política, el del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Campbell, jefe de la bancada opositora en la cámara de diputados provinciales, mantuvo una reunión cara a cara con el presidente de ese órgano legislativo, Federico Otermín, quien responde al intendente. Según confesó Campbell al diario La Nación, en esa reunión no se usaron barbijos ni se mantuvieron las distancias recomendadas. Pese a que esa reunión es justificada por el trabajo de ambos, la reunión posterior que Campbell tuvo con Vidal, la del contagio, entra en una zona gris. ¿Era necesario?
Es tal la paranoia instalada que ahora, cada dirigente está repasando con quién se juntó en la última semana, y a la vez con quiénes estuvieron en contacto esas terceras personas. Vidal, por caso, estuvo en una reunión posterior al encuentro con Campbell con Martín Lousteau, Emilio Monzó y Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño se realizó un testeo hoy, que le dio negativo. Los propios asesores de Casa Rosada le recomiendan ahora al presidente Alberto Fernández que no se mueva de Olivos. Al parecer, la “flexibilización” de los cuidados no fue cosa únicamente de los runners de Palermo o de los vecinos de Recoleta que se juntaron a bailar el fin de semana pasado.
Quiero contarles que hace un par de horas me confirmaron el diagnóstico de COVID-19 positivo. Agradezco a todos los que me escriben con preocupación. Estoy bien, cumpliendo con el aislamiento y las indicaciones médicas correspondientes. Cuídense y cuiden a sus familias.
— María Eugenia Vidal (@mariuvidal) June 17, 2020
Hubo un caso en el oficialismo que rozó la negligencia. Se trata de la titular de Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Magdalena Odarda, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La funcionaria viajó el fin de semana hacia el Chaco, alertada por los recientes hechos de violencia institucional sobre una comunidad originaria de esa provincia, y logró que se implementara un protocolo para evitar nuevos casos similares. Pero según pudo averiguar Diagonales, viajó con síntomas, y se negó hasta último momento, ya en Buenos Aires, a hacer público que el resultado había dado positivo. Lo hizo primero su hijo, vía redes sociales.
A partir de ese viaje, tres funcionarios de Chaco se contagiaron, lo mismo que dos pilotos del avión sanitario que los trasladó a las comunidades. La subsecretaria de Salud Comunitaria de Chaco, Carolina Centeno, hizo un análisis epidemiológico del caso y recordó que Odarda había tenido contacto con dos colaboradores internados por coronavirus en Buenos Aires antes de viajar. “La funcionaria debería haber estado aislada”, dijo. Hoy, la principal hipótesis de los casos de Chaco es que Odarda fue el foco del contagio.
Di positivo de coronavirus. Como sociedad, hoy atravesamos el momento más difícil porque nos acercamos al pico de contagios. Les pido que se cuiden y que tratemos de minimizar el riesgo entre todos y todas. Por favor, quédense en sus casas todo lo que puedan.
— Martín Insaurralde (@minsaurralde) June 12, 2020
“Me confirmaron que soy paciente covid 19. Quiero que sepan que estoy bien, solo una leve tos. Estoy cada vez más convencida, que el manejo de la pandemia ha salvado miles de vidas”, dijo Odarda 24 horas después de tener los resultados en su poder y sin decir nada más sobre si su caso pudo haber sido el origen de otros tantos que se sucedieron en el Chaco. Durante su visita, la funcionaria también estuvo visitando comunidades del impenetrable.
“Hoy me hago el hisopado”, dijo por su parte Daniel Lipovetsky, otro de los dirigentes que estuvo en contacto con Campbell. “Es importante prevenir, cuidarnos, mantener la distancia social, usar tapabocas e higienizarse las manos”, agregó. Y así, al parecer esa máxima debería funcionar también para la política.
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