La quita de subsidios a las tarifas de energía que dispuso el gobierno nacional se verá reflejado en un gran aumento que afectará los usuarios de los sectores más bajos. La preocupación en el Conurbano y el interior, además del impacto en los futuros índices inflacionarios.
En medio de una feroz recesión económica que se vive en Argentina, el pasado 5 de junio, el gobierno nacional anunció la quita de subsidios a las tarifas de luz y gas. Si bien ya se percibieron subas en lo que va del año, en las próximas facturas los usuarios de los sectores medios y bajos percibirán aumentos realmente contundentes.
Así también lo advirtió la Provincia en la última conferencia de prensa que realizó el gabinete el pasado lunes, donde explicaron que el aumento de tarifas irá en sentido regresivo, porque apunta a la quita de subsidios de los sectores de ingresos medios y principalmente a las clases populares.
Los aumentos futuros serán un nuevo condimento para la fuerte crisis económica que atraviesa nuestro país. Pese a que la inflación baja, a los ciudadanos le cuesta consumir cada vez más y a partir de ahora deberán destinar mayor cantidad de dinero para el pago de tarifas. También existe una fuerte preocupación por la baja en la cobrabilidad que sufren diversas cooperativas del interior bonaerense.
Esta situación comenzó a vivirse en varios distritos bonaerenses. Un claro ejemplo fue lo ocurrido en Pinamar, donde semanas atrás hubo una importante manifestación de vecinos hacia la cooperativa eléctrica, donde mostraron que llegaron facturas superiores a los $200.000. También la problemática se visualiza en diversas instituciones deportivas, culturales y sociales, las cuales recibieron facturas cercanas a un millón de pesos. Y todavía falta que llegue el invierno, donde el consumo energético aumenta considerablemente.
En diálogo con La Tecla, el subsecretario de Energía de la Provincia, Gastón Ghioni y el presidente de la Cooperativa Eléctrica de Castelli, Ángel Echarren, dieron su parecer sobre diversas aristas como el impacto en los distintos conglomerados urbanos, la preocupación en los distritos del interior bonaerense y la preocupación por la caída de la cobrabilidad en las cooperativas.
Desde que asumió el nuevo gobierno se realizaron diversas audiencias públicas, donde explicaron que la dirección del gobierno era ir a un esquema de tarifa plena, donde todos los usuarios iban a la factura el costo real de la energía. Luego definirían la implementación de subsidios directamente hacia los beneficiarios, a lo que llamaron canasta energética, pero todavía no hay ninguna información al respecto.
Al momento de ser anunciado el nuevo tope de consumo subsidiado, el Gobierno nacional estableció que las familias beneficiarias de la tarifa social tienen 60 días para inscribirse en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y solicitar continuar en este segmento.
Una buena noticia para los usuarios del interior bonaerense es que el régimen de Zona Fría continuará, pese a los intentos del gobierno nacional de incluirlo en la Ley de Bases, que tuvo su aprobación en general tanto en Diputados como Senadores, pero que deberá volver a la Cámara Baja para dar el visto bueno a las modificaciones.
Existen tres tipos de hogares de acuerdo a la segmentación actual de subsidios. Los hogares N1 que son los de altos ingresos, los N2 que corresponde a los sectores bajos y los usuarios de ingresos medios son N3.
Lo que dispuso el gobierno nacional fue establecer nuevos topes para subsidiar tanto la luz como el gas. Por el lado del servicio eléctrico, desde la Secretaría de Energía dispusieron que para el Nivel 2 (que no tenía tope de consumo) el límite se fija en 350 kWh/mes, por el lado del Nivel dos el limite desciende a 250 kWh/mes, cuando percibía un límite de 400 KWh hasta esta nueva medida.
Pero el subsecretario de Energía bonaerense añadió otra arista más a este aumento, que es la anulación de un decreto dictado por la gestión de Alberto Fernández, donde solo podían recibir aumentos que no superen el 40% por encima del coeficiente de variación salarial los de menores ingresos.
“El decreto elimina eso, ya era un antecedente, y con la resolución actual ellos empiezan con este sendero. Empiezan a quitar el subsidio a los sectores de nivel 2 y 3, o sea, sectores de niveles socioeconómicos bajos y medios”, sentenció Ghioni.
Segmentaciones y cuántos bonaerenses son los más damnificados
De acuerdo al esquema de segmentaciones que se establece desde Nación, en la provincia de Buenos Aires las escalas se determinan mediante los siguientes valores: N1: altos ingresos mayores a $2.898.553,67, N2: bajos ingresos, menores a $828.158,19 y N3: ingresos medios entre $828.158,19 y $2.898.553,67.
Según indicaron en la conferencia de prensa brindada el pasado lunes, el impacto en la factura residencial eléctrica será del 14% para hogares de ingresos altos, del 80% en ingresos bajos y del 69% en ingresos medios.
Lo peor llega con las subas previstas para las facturas de gas, ya que su aumento de la tarifa residencial de gas será enorme en todos los sectores: para ingresos altos del 299%, para los bajos del 604% y los medios 367%.
Esto indica que el mayor impacto del ajuste lo percibirán los sectores de bajos recursos, debido a que el 49% de los usuarios bonaerenses integran el grupo N2 y un 18% el N3, según un gráfico explicativo que publicaron desde la Subsecretaría. El 33% restante corresponde al grupo N1 y puede afrontar el aumento con menores dificultades.
Sobre cómo impacta este aumento de tarifas, el subsecretario de Energía bonaerense manifestó: “Lo que vemos acá es que justamente los sectores más golpeados, donde está empezando a pegarle que los ingresos están yendo muy por debajo de la inflación, están en facturas que, yo no sé si vos viste, para no repetir todo, pero en el orden de los incrementos que van a tener las facturas para los sectores de menores ingresos”.
“Y ni que hablar del servicio de gas. El servicio de gas es mucho más fuerte. Porque el incremento que le dieron al precio del gas, boca de pozo, para los sectores de menores ingresos, es mucho mayor la explotación. Es fortísimo el aumento que le dieron ahí”, añadió.
Por su parte, Ángel Echarren también habló sobre cómo repercutirá el aumento tarifario: “El impacto como asociación de usuarios que somos, el impacto va directamente al bolsillo del usuario. Es un impacto que va a seguir socavando la realidad económica a lo que ya tenemos por el incremento es muy importante en porcentaje. El impacto es porque no es solo el incremento sino también que va a haber un cambio van a poner tope en los usuarios de bajos recursos que hasta hoy no lo tenían”.
“El impacto es en los pueblos, en los usuarios de nuestras cooperativas. Porque hay sectores que ya empezaron a recibir la factura de gas con un gran incremento. Entonces, es una complicación para los ingresos de los vecinos. Y que nosotros, como asociaciones de usuarios, somos quienes atendemos estas necesidades es un gran impacto”, sentenció Echarren.
Más aumentos, menos cobrabilidad
Tanto las cooperativas como la Provincia están al tanto de la posibilidad existente de una caída en la cobrabilidad en las tarifas, debido a que cada vez alcanza menos la plata. Los aumentos que se avecinan serán considerables y todavía no se observa una suba en el poder adquisitivo de la población para solventar estos aumentos.
Para abordar esta temática, Ghioni aseguró que mantienen diálogos con las prestadoras del servicio en el interior bonaerense, y que “hasta ahora nos dicen que empezó a haber algunas cooperativas que ya empieza a haber una caída en la recaudación o un incremento en el no pago de la factura de servicios”.
Por su parte, el representante de las cooperativas aseguró que el servicio va a estar garantizado pese a los aumentos, pero lo que los “preocupa es la cobrabilidad”.
“En un momento la gente tiene un límite, los bolsillos tienen un límite. Entonces, nos preocupa la cobrabilidad, pero las cooperativas somos casi centenarias. Creo que con esto no deberíamos hoy decir que está en riesgo la continuidad de una cooperativa con esto. Vamos a ver más adelante qué pasa con alguna otra cuestión”, aseguró Echarren.
En ese sentido, vuelven a aumentar las recomendaciones para el ahorro de energía en estos tiempos de aumentos. “Nosotros pedimos en toda época que se optimice el consumo de energía. Creemos que esto lo va a hacer optimizar a la fuerza. Pero nosotros siempre hemos pedido, incluso cuando la energía era barata, decíamos que consuman lo necesario. Nuestro mensaje es siempre el mismo”.
“En los momentos que es barata pedimos que cuiden. En los momentos que es cara también pedimos que cuiden por el propio bolsillo. Creo que esto es mucho más fácil de parte del usuario. Yo creo que se va a restringir, pero creo que va a ser mínimo, porque la gente tiene que consumir”, sostuvo el titular de la cooperativa de Castelli.
El impacto en futuros índices de inflación
Si bien es un logro la desaceleración de la inflación desde el inicio de la gestión de Milei, por la quita de los subsidios a la energía podría revertirse esa racha de cinco meses con porcentajes a la baja.
El economista Tomás Teconi ya había adelantado esta situación en una charla previa con este medio: “Los precios de las tarifas siguen con una actualización en enero y febrero, la realidad es que la actualización no fue total, fue parcial. Entonces, el gobierno, enamorado un poco del proceso de desinflación, postergó nuevas actualizaciones de las tarifas necesarias para hacer que se reduzcan básicamente los subsidios del gobierno”.
A su vez, diversas consultoras privadas ya arrojaron resultados de la inflación en la primera semana de junio y también prevén el fin de la racha de desaceleración. Una de ellas fue la comandada por Fausto Spotorno, quien manifestó que en los primeros siete días se reflejó una inflación del 5,5% respecto a las cinco semanas de mayo.
Otra consultora que lo reflejó fue FIEL de la Ciudad de Buenos Aires, quien marcó un 3.8% en la primera semana de junio, y el 1.2% corresponde al aumento de las tarifas de luz y gas.
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