La empresa donde se encuentra el origen del precedente de la célebre bebida es hoy una licorería abierta al público que mantiene su esencia artesanalLa olvidada prohibición de Franco para proteger el origen español de la Coca-Cola.
Aielo de Malferit, una localidad de menos de 5.000 habitantes de la provincia de Valencia, goza de fama mundial por albergar la bodega desde la que se creó la fórmula que dio paso a la Coca Cola. La localidad natal de Nino Bravo presume tanto de su artista más célebre como de su tradición alcoholera, que se remonta al siglo XVIII y permanece vigente todavía hoy. La bebida más famosa y la voz más prodigiosa cuentan con sus museos a 75 kilómetros escasos de la capital del Turia.
De hecho, en el número 6 de la Plaza del Palau abre sus puertas a diario Destilerías Ayelo, el último eslabón de una cadena que comenzó a forjarse en 1880, cuando Enric Ortiz Garrigós, Ricard Sanz y Bautista Aparici Belda crearon la sociedad La Botellería. Su producto más célebre fue el jarabe de Nuez de Cola Coca. La bebida se elaboraba a base de nuez de Kola y hojas de coca de Perú y se llamó inicialmente Anís Celestial y se anunciaba con el eslogan «Beba anís Celestial: nunca habrá probado nada igual».
En Destilerías Ayelo sigue la rutina diaria y apenas se quiere hablar ya de la Coca Cola y sus orígenes valencianos. Lo suyo son los licores especiales y constituye un punto de peregrinación para los amantes del buen beber.
No sería hasta bien entrada la década de los cincuenta del siglo XX cuando los ejecutivos de Coca Cola adquirieron la patente. Corría 1953 y en Aielo de Malferit continuó produciéndose la Nuez de Cola Coca, pero a la fórmula original se la añadió alcohol.
La tradición, de hecho, sigue latente en el municipio valenciano, donde continúa trabajando una de las fábricas de licores más antiguas de España. En las paredes de Destilerías Ayelo, donde se pueden comprar hoy sus bebidas artesanales, se refleja una trayectoria de éxito que comenzó a finales del siglo XIX.
En aquel entonces, «La Botellería», según explica la Oficina de Turismo de la localidad valenciana, «comenzó a producir licores con gran fortuna y a promocionar sus productos en importantes ferias internacionales». La lista es larga. Resultaron galardonados con numerosas medallas y condecoraciones en Milán (1881), Valencia (1883), Roma (1884), Filadelfia (1885), Turín (1886), Barcelona (Exposición Universal de 1888), París (1889 en la Exposición Universal que inauguró la Torre Eiffel), Londres (1889), Burdeos (1890), Madrid (1891), Marsella (1890), Esmirna (1891). Alejandría (1891), Chicago (1893), Londres (1893), Jerusalén (1899), París (1900), Zaragoza (1908) y Valencia (Exposición Regional de 1909).
En total, más de veinte medallas de oro y plata y una decena de diplomas y menciones honoríficas, pero su galardón «más preciado» fue la obtención del título de «Proveedor Oficial de la Casa Real» certificado por el diploma firmado por la regente María Cristina de Austria (madre de Alfonso XIII).
«Joya del patrimonio y de la arqueología industrial»
La empresa fue adquirida en 1971 por Juan Juan Micó, que todavía hoy es el propietario de legendaria firma ahora bajo el nombre de «Destilerías Ayelo», donde es posible adquirir «numerosos productos exclusivos y míticos». El edificio y sus instalaciones, conservadas como antaño, «constituyen una joya patrimonial y un verdadero museo de arqueología industrial» en una localidad que sigue defendiendo con orgullo que en un rincón de la provincia de Valencia se encuentra el verdadero origen de la fórmula de la Coca Cola.
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