En un encuentro con los productores primarios de Juan José Castelli y sus alrededores, la precandidata a gobernadora por Vamos Chaco, Aída Ayala, aseguró que a partir del 10 de diciembre habrá un cambio fundamental para el sector. «No queremos una ATP y un Estado recaudador que expulsa al productor de sus campos», explicó y anticipó que van a ayudar a volver aplicando políticas diferenciales en serio, con una mirada especial hacia el campo.

«Es dolorosa la partida de hombres y mujeres buscando otro destino», expresó Ayala y señaló que hay que darle valor agregado al trabajo que es su vida. «Hay muchos campos sin sembrar y vienen de otras provincias para trabajarlos y ganar con ellos», describió, por lo que aseguró que van a contener a los pequeños y medianos productores, recuperar a los que se fueron. «En producción hay que invertir», aseguró.

Aida: «un Estado presente»

«Queremos sacarle a los productores esa pesada mochila que son las cargas impositivas para que hagan lo que saben hacer, que es producir», explicó la precandidata y aseguró que su intención es descentralizar las funciones del Estado y marcar presencia en todas las regiones, con las áreas de Colonización, Bosques, Ganadería.

«Tendremos un Estado presente», anticipó la precandidata, quien tuvo duras palabras por la falta de créditos fiscales justos, y a las no menos dañinas retenciones a la producción. «La ATP debe flexibilizar plazos y que los impuestos sean acordes al valor de la tierra», consideró.

Otras medidas

Aída estuvo acompañada de técnicos de la Fundación Construir y anunció la intención de reflotar las cooperativas, mejorando la comercialización; fortalecer los consorcios rurales duplicando su presupuesto y equipamiento; industrializar el producto del campo y tener un sistema que permita comercializarlo fuera de la localidad.

También habló sobre la infraestructura básica, recuperando fondos específicos que llegan de la Nación y son desviados para otros fines, en una verdadera malversación; hacer la electrificación rural y compensar servicios; darle valor agregado a la producción y otras medidas.

Un sector a la deriva

Los productores presentes coincidieron en que se encuentran en un barco a la deriva. «Las políticas tributarias son confiscatorias. A diez kilómetros de acá hay tierra muy buena que no está produciendo porque no se siembra. No hay señal para los teléfonos y a 30 kilómetros no hay energía eléctrica», describieron.

«Estas políticas expulsan del campo a los productores. Necesitamos créditos blandos, con un par de años de gracia, y nuestros productores van a volver a trabajar. En el departamento se sembraban 54 mil hectáreas. Este año fueron 10 mil menos, y tampoco hay rotación en los cultivos por falta de apoyo», se quejaron.