La senadora busca instalarse como precandidata a la intendencia. ADN 100% macrista y respaldo del barón de Lanús. Interna en puerta con un jorgemacrista.
En el marco de una reunión con un puñado de legisladores y legisladoras del PRO, se sacó una foto con Mauricio Macri. Pese a su bajo perfil, su tono moderado y su escaso conocimiento en la población, la senadora Aldana Ahumada es una de las personas que conoce al expresidente desde que éste tenía bigotes y paseaba por la Ciudad de Buenos Aires juntando voluntades para formar un partido vecinal. Con ese ADN de macrismo duro, que reivindica los cuatro años de desventuras de Cambiemos en el poder, y el respaldo de un moderado con historia, el intendente Néstor Grindetti (Lanús), se quiere meter en la pelea electoral de Merlo, uno de los bastiones del peronismo. Tiene que superar varios obstáculos; el más inmediato, enfrentar en internas a David Zencich, la apuesta siempre vigente del presidente del PRO bonaerense, Jorge Macri.
La legisladora bonaerense asumió su banca por primera vez en 2017 y renovó su mandato en 2021, después de haber ocupado el cuarto lugar de la lista de candidatos y candidatas de la Primera sección electoral, que encabezó Cristian Gribaudo. Obtuvo una licenciatura en Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde conoció a Gribaudo, y también cursó una especialización en educación en la Universidad Torcuato di Tella una década después. Acaso por eso, en su equipo suelen destacar a la educación como uno de sus fuertes, que pretende implementar en el arranque de la campaña para 2023.
Inició y desarrolló su carrera de la mano del exjefe de Gabinete Marcos Peña, por entonces uno de los armadores del macrismo naciente en la Ciudad de Buenos Aires. De ahí, el vínculo temprano con el expresidente Macri y sus primeros incondicionales. Después de eso obtuvo varios cargos públicos: desde asesora en temas de educación y juventud para el CEO del año, por entonces legislador porteño; y jefa de Gabinete de la Subsecretaría de Asuntos Públicos porteño; hasta integrante del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos en épocas de gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, cuando la cartera padeció un año de acefalía con la vacante que dejó Joaquín De la Torre con su renuncia, en medio de la parálisis de la actividad productiva de aquella época.
Quienes suelen pasar por la oficina 314 del edificio anexo del Senado bonaerense aseguran que está decidida a competir en las próximas elecciones en Merlo, sea a través de una lista de unidad que pretende encabezar o en competencias internas con algunos de los demás protagonistas del distrito, que no son pocos. Entre ellos, se destaca por trayectoria y otros respaldos políticos, Zencich, un concejal que compitió en otras oportunidades y mandó al ostracismo a Juan Gómez Centurión tras la derrota en las primarias de 2019.
El inicio de esa campaña pretende centrarla en un tema sensible, la inseguridad, aunque también en educación. Por eso ya visitó en algunas oportunidades el Centro de Monitoreo de Lanús, invitada por el anfitrión comunal, que la apadrina en su armado político al otro lado de la avenida General Paz. Si bien por coincidencias políticas y demográficas, Ahumada toma como modelo de gestión a Lanús, también observa otras ciudades cercanas a Merlo que están gobernadas por el Frente de Todos. Quienes la escuchan sostienen que suele ponderar algunos puntos de la administración de Luchas Ghi en Morón y de Juan Andreotti en San Fernando. La idea, aseguran que repite, es tomar puntos exitosos de distintos lugares de la provincia para, eventualmente, aplicar en el municipio que hoy gobierna Gustavo Menéndez.
Al menos eso es en el extensísimo plazo hacia 2023. Primero, deberá afrontar el desafío de instalar su imagen en el distrito y saldar diferencias internas en el convulsionado frente Juntos a nivel local, sobre todo después de las tensiones que hubo con el equipo de Zencich durante la campaña de 2021, cuando unos y otros se empujaban por fiscalizar en la populosa localidad de Padua, que finalmente fue para el presidente del bloque de concejales. Cual sea el camino en los próximos meses, el año próximo todo indica que tendrá enfrente a un intendente con ganas de renovar, que ya demostró que puede alzarse con el 60% de los votos.
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