Explicó las consecuencias de la denuncia y dijo que en el futuro se verá “las traiciones” del radicalismo sobre nombramientos.
Luego de que se ratifique la absolución en la causa por incumplimiento de los deberes de funcionario público sobre el exdirector de Osep, Arturo Aguirre -estaba imputado por la supuesta comisión de 11 hechos-, éste se despachó en contra del actual titular del organismo, Julio Cabur, entendiendo que fue una puesta en escena y señalando que "se acabaron las mentiras”.
En diálogo con radio Valle Viejo, el otrora titular del organismo evaluó que "se hizo justicia” sobre "la famosa mentira del famoso doctor Cabur, que dirige hoy la obra social”.
Despegado definitivamente de la causa, contempló que si bien la parte denunciante puede avanzar con un recurso en el máximo tribunal de Justicia local y en la Suprema Corte de Justicia la nación, "la Cámara de Apelaciones me notificó la confirmación del fallo emitido por el juez Carma, que me absuelve”.
Distinguió el papel del Tribunal de Cuentas, "que también fue una irregularidad muy grande”. Es que, explicó, un primer dictamen del órgano de contralor de las cuentas públicas "es favorable a mí, donde no hay ningún daño al erario público” y "las compras se hicieron de acuerdo a las normativas vigentes y dentro de los parámetros”.
En este sentido, comentó que fiscalía solicitó una rendición de cuentas, pero "nunca fue parte”: "La ley del TC es clara; dice que la revisión la puede solicitar el acusado -él- y el relator, es decir, quien instruyó el sumario”.
"Me allané porque no tenía qué esconder, lo acepté y fue favorable hacia mí. No se conformaron con eso, fueron a la Corte, iniciando al TC un juicio contencioso administrativo, porque fue duro el reto que dio la Corte a fiscalía de Estado”, acotó.
Así, ratificó su inocencia "en todas las acusaciones que había hecho este señor que hoy dirige la obra social, de las mentiras que dijo especialmente”.
Señaló que la causa le trajo "muchos inconvenientes”, en los que incluyó lo político. "Me tuve que alejar porque no quería que nadie estuviera comprometido y sintiera algún resquemor cuando era muy cuestionado”, esgrimió.
Aguirre evaluó que "esto fue un aparato muy bien armado desde el punto de vista político”.
Disparó que si bien no comprendió los motivos intrínsecos de la denuncia, "porque esto se movió con algunos elementos de la Justicia”, sí comprendió los intereses del denunciante, "un dueño de un sanatorio” quien "buscó un diputado, que tenía fueros para que puede hablar cualquier cosa y de cualquier mentira, total los fueros lo amparan”.
"Nunca levanté nada que no haya sido mío y menos hacer las tropelías que acusó este señor de compras de 60 millones en medicamentos oncológicos”, remarcó, agregando que "ni ellos hacen compras actualmente por esos montos”.
Recordó que la denuncia trajo aparejado no poder asumir su banca legislativa por la "vergüenza de ser exonerado en una cámara”.
"El último hecho de esta mentira es que cuando fui a jubilarme, por no haber asumido en cuatro años, que significaba una remuneración mejor, estoy percibiendo como un médico común”, dijo.
En tanto, afirmó que a la obra social "la deje con $22.8 millones, que está documentado, un fondo de trasplante de $12 millones: la dejé saneada y con dinero”.
Por otra parte, rechazó que haya nombrado cinco asesores y mencionó "que tendría que hablar algún día de las traiciones del lado mío, de mi partido, para nombrar gente que nunca nombré, porque no necesitaba asesores”.
Sobre un posible regreso a la vida política, comentó que "me viven tentando, pero quería solucionar primero este problema, que quede bien en claro toda esta gran mentira que se armó alrededor de mi figura como funcionario. Tal vez algún día pueda volver a través de mi partido, que es la Unión Cívica Radical”.
Comentá la nota