En diálogo con Radio Salta, el presidente de Aguas del Norte, Esteban Isasmendi, dijo que aún con el ajuste, la empresa continúa siendo deficitaria y depende de los aportes del Gobierno para efectuar las obras de mejoras que necesita el servicio.

El funcionario indicó que el esquema de incremento tarifario tiene una proyección de cinco años.

Aclaró que la finalidad es reemplazar el subsidio que otorga el Gobierno, que representa un 40% de la tarifa.

Por su parte, el defensor del Pueblo de Salta, Nicolás Zenteno, criticó que desde Aguas del Norte solo se habla de las obligaciones de los usuarios, pero no de calidad del servicio que se brinda.

Zenteno dijo que desde Defensa al Consumidor informaron que el 33% de las quejas de los usuarios es por errores en la facturación de la empresa estatal.

En la misma línea, el diputado del Partido Obrero, Julio Quintana, sostuvo que el aumento se inscribe en una política de tarifazos.

El legislador consideró que el ajuste debería llegar primero para las grandes empresas que usufructúan con el uso del agua.