El principal producto de la embotelladora Alvura fue distinguido por la prestigiosa Internacional Taste Institute, con sede en Bruselas. La certificación ratifica la calidad premium del agua, que ya viaja a Italia gracias a una alianza con Javier Zanetti. El próximo mes desembarcará en Miami.
Por: Walter Rodríguez.
Hace más de 30 años que Jorge Hernalz está convencido que en su campo camino a Loncopué, se resguarda un producto puro y cristalino que tarde o temprano sería reconocido como uno de los mejores del mundo.
El tesoro bien resguardado en ese campo es un agua mineral natural de manantial que sale de una surgencia natural de la montaña. Está al pie de la embotelladora montada a la vera de la Ruta Provincial N° 21, a la altura del kilómetro 33. Este lugar es la primera estación de un largo sueño hoy concretado por Jorge y dos socios más: Juan Mercado y Miguel Casanova.
Estos tres mosqueteros de la montaña unieron fuerzas hace una década atrás, y emprendieron la cruzada por dar a conocer la calidad premium del líquido que brota a sólo siete kilómetros de dónde se envasa.
“Hay muchas cosas que van cambiando. Por un lado las costumbres de la gente y por lado nuestra manera de ver de cómo evoluciona el negocio. Hoy un agua natural de manantial como la nuestra es un producto de mucha aceptación. Hay un cambio de paradigma y nosotros ofrecemos un agua de gran calidad. Hoy en el mundo hay mucha gente que valora eso. Existe otra mirada”, afirma Jorge.
Jorge Hernalz y Juan Mercado, dos de los hacedores de un producto netamente patagónico.
Para reafirmar la certeza de tener un producto premium, la gente de Alvura necesitaba una certificación que avalara todo aquello. Fue así que se inscribieron en el concurso de la Internacional Taste Instituto, con sede en Bruselas, con más de 200 sommeliers de carácter internacional.
Para la certificación internacional, en este caso del agua mineral, hay dos instancias anuales con sede en la capital de Bélgica. Se mandan las muestras y en la ceremonia de cata los sommeliers ponen a prueba el sabor, el olor y la vista. A partir de ahí hacen las calificaciones.
“Teníamos expectativas. Sabemos que tenemos una buena calidad de agua y decidimos someternos a esta evaluación de nivel, que tiene mucho prestigio. Nos anotamos en marzo y decidimos hacerlo en la categoría superior dentro de las aguas minerales. De tres estrellas posibles sacamos te diría dos y media porque la puntuación fue de 8, 40, siendo la máxima de 9”.La certificación que avala la calidad del agua mineral neuquina. «Un premio al sabor superior».
El fin de esta evaluación “es gourmet”, apunta Jorge. “El análisis que se hace en el concurso es con esa mirada. No si es baja en sodio, que es lo preferente para la salud. Es por eso que ese cachito que a nosotros nos faltó para las tres estrellas, a la mirada de ellos quizás el agua debía tener una carga más de algún mineral”.
La certificación alcanzada irá de ahora en más en las etiquetas del agua, sobre todo en las partidas que van al exterior. Luego de una alianza con el ex capitán de la selección argentina Javier Zanetti, desde el año pasado el agua de origen neuquino engalana las mesas de los principales restoranes de Milán y de otras grandes ciudades de Italia. Pero Hernalz y compañía van por más.
“En menos de un mes vamos a mandar nuestro primer contenedor a La Florida (Estados Unidos) con la marca Zanetti, y en el packaging estará visible esta certificación, que iremos ofreciendo en otras partes del mundo. Básicamente para poder ratificar que la calidad del producto no es solo una afirmación nuestra, sino que lo avalan los mejores sommeliers del planeta”.
El agua que próximamente desembarcará en Miami como puerta de entrada del producto a Estados Unidos, ya cuenta con la aprobación de la FAD (Food and Drug Administration) “una especie de departamento de bromatología de acá”, explica Hernalz. “De esta manera nos queda la habilitación de poder mandar todos nuestros productos allá. Igual, lo primero que exigen ellos es que tengas toda la documentación nacional al día”.
De momento, el primer conteiner será de agua mineral sin gas en botellas de vidrio de 750 cc. Pero la embotelladora ya recibió el pedido para que a futuro pueda enviar el producto en envases de plástico (PET).
Más allá de pasar a jugar en la grandes ligas y con un posible desembarco en Arabia (“ya tienen nuestras muestras…”) Jorge no saca los pies de la tierra y afirma que siguen siendo una pyme “chica donde el pan nuestro de cada día es lo que vendemos todos los días acá en la región y también en buena parte de la Patagonia. Nuestra estrategia está enfocada en cada ciudad y en cada cadena de supermercados de nuestra zona. Eso es lo que nos mantiene en pie y lo que nos ayuda a intentar hacernos nuevos caminos sobre aquellos que demandan un producto genuino, patagónico y de calidad”.
Todo el personal que trabaja en Alvura corresponde a la comunidad mapuche Mellao Morales, que vive a un kilómetro de la embotelladora.
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