Las exportaciones de agua mineral crecen un 13,3% frente al crecimiento del 6,1% del consumo nacional.
La mayoría de las plantas embotelladoras de España (el 61% del total de 120 plantas que se ubican en el país) se encuentran en municipios con una población inferior a los 5.000 habitantes. En estos municipios se detectó una creación de empleo 7,3 puntos porcentuales superior al resto de localidades donde se ubican estas empresas durante los años 2012 y 2022, de acuerdo con el informe La importancia del sector de aguas minerales en dinamismo económico del medio rural que han publicado la Asociación de Aguas Minerales de España (Aneabe) y la consultora Afi sobre la presencia de empresas embotelladoras en municipios.
En total, se ha estimado que el sector de las aguas minerales genera aproximadamente 30.000 puestos de trabajo (directos e indirectos) en nuestro país. Dado que son municipios que pertenecen a la España rural, la variable poblacional resulta relevante dentro del informe, que destaca una caída poblacional 3,2% inferior respecto a localidades cuya población tampoco supera los 5.000 habitantes y no cuentan con una planta envasadora. La oportunidad de las empresas de aguas minerales se encontraría en el hecho de que en estos municipios se contabiliza un mayor índice de población en edad de trabajar (2,3 puntos superior a la media nacional), según publica el informe. Los municipios también contaría con un nivel de renta superior, traducido en una diferencia del 2,1% de renta media por hogar en los municipios con menos de 5.000 habitantes con plantas envasadoras. Si se observaran los municipios con una población menor (menos de 2.000 habitantes), la renta media por hogar sería 4,7 puntos porcentuales superior.
El peso mayoritario de las plantas embotelladoras de agua se localiza en los municipios de menos de 2.000 habitantes (47,5%), mientras que en aquellos que cuentan con más de 30.000 habitantes, solo se localizaría el 2,5% del total de plantas embotelladoras de España. Precisamente en las pequeñas localidades, el presidente de ANEABE, José Manuel García, ha recalcado el impulso que el sector de las aguas minerales da a la red de servicios. Un impulso que, de acuerdo con el informe, se traduciría en "8 centros de salud y 17 centros educativos adicionales, por cada 100.000 habitantes, que sus comparables sin plantas. Y en servicios financieros, la diferencia equivale a más de una veintena de sucursales bancarias" para las localidades de menos de 5.000 habitantes.
El informe también muestra que la producción de agua embotellada alcanzó los 1.532 millones de euros en 2022 (con un incremento interanual del 20% respecto a 2021), año en el que su consumo se situó en torno a los 6.500 millones de litros (también con un crecimiento, esta vez del 6,1%, respecto a 2021). No obstante, el gasto per cápita de los españoles en agua envasada (sin incluir el gasto de las Islas Canarias y el consumo de los turistas) fue de 32,4 euros per cápita, lo que supuso un crecimiento del 11,7% en 2022, aunque sigue manteniéndose por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
En el volumen de producción, la exportación de aguas minerales se incrementó en un 13,3% en 2022, superando los 491 millones de litros.
EL PROBLEMA DE LAS SEQUÍAS
En diversas regiones españolas, como Castilla y León o Cataluña, se han alzado voces de protesta ante la situación que presenta la instalación de plantas embotelladoras. Desde Ecologistas en Acción, su portavoz, Santiago Martín, explica a EL MUNDO que la problemática tiene su origen en la legislación: el agua mineral que utilizan las plantas embotelladoras no depende de la ley de aguas, sino que se rige por la ley de minas, que no hace distinción entre el agua del que puede disponer una localidad para su abastecimiento y de la que puede disponer las empresas del sector.
"El agua superficial y el agua subterránea están conectadas", explica Martín, que añade que esta situación "puede generar graves problemas al abastecimiento de ese pueblo, especialmente durante los períodos de sequía", dado que el sector de aguas minerales quedaría al margen de los planes de sequía que se regulan mediante la ley de aguas. Para el portavoz, la clave está en la legislación, y desde la ONG insisten en declarar el agua "dominio público hidráulico".
En términos de empleo, Martín insiste en que las plantas embotelladoras "apenas generan empleo", y que dichos puestos de trabajo "no están en el pueblo", añade antes de explicar que los trabajadores suelen proceder de ciudades cercanas a la localidad en cuestión.
Comentá la nota