Llevamos ya varios años de la llamada "guerra al plástico" para mitigar su grave impacto en el medio ambiente, una contienda a la que también se están sumando las grandes compañías. Bezoya, una de las principales marcas de agua de nuestro país, ha dado un paso más lanzando un sistema de agua mineral en grifo para hostelería, y máquinas de vending dispensadoras, con el objetivo de reducir el consumo de botellas de plástico.
El primer invento es tal y como suena, un grifo para uso profesional en hostelería similar a los de cerveza o refrescos, pero diseñado específicamente para servir agua mineral de la marca. Es un proyecto piloto que por ahora solo estará disponible en Madrid, Barcelona y Bilbao, y que busca tanto destacar a la marca como producto de calidad en el sector hostelero, como apostar por la sostenibilidad medioambiental.
Se ofrecen dos modelos de surtidor, uno con forma de columna octogonal y otro con forma de botella, con doble grifo, para servir el agua directamente delante del cliente. Aunque Bezoya también ha lanzando frascas de vidrio especiales para el servicio en mesa, se abre una incógnita evidente: ¿y si pides solo un vaso de agua?
Puesto que el grifo no dispensa volúmenes concretos, dejándolo al control del hostelero, se abre la posibilidad de que el cliente pueda pedir solo un vaso más o menos grande, o incluso acudir con su botella reutilizable propia. Nos preguntamos, entonces, cómo se calcula el precio del agua dispensada, y si es lícito que su valor sea el mismo que el de una botella envasada.
La otra innovación de la marca se mueve en la misma línea de sostenibilidad y de revalorizar el producto propio, eliminando las botellas de plástico de las típicas máquinas de vending. Al estilo de las dispensadoras de café, pero sin vasos de plástico, este sistema permite al consumidor pagar por rellenar su botella o servirse directamente en el soporte que elija. De nuevo surge la cuestión de si el precio estará acorde con el hecho de que la empresa ya no proporciona ningún recipiente.
Ambos lanzamientos se apoyan en las nuevas cajas de 12 litros para el canal horeca, que se conectan directamente tanto al grifo como a las máquinas dispensadoras, y son 100% reciclables en los contenedores de plástico o cartón.
Reducir envases, independientemente de si son reciclados o reciclables, es siempre una buena noticia, pero la iniciativa nos lleva a plantearnos varias preguntas, que seguro se ha hecho también la compañía: ¿estamos dispuentos a pagar por un vaso de agua, aunque sea mineral? ¿Vale algo el agua mineral si no va en botella?
Habrá que esperar a conocer la respuesta del consumidor, aunque es de esperar que dependerá de cada tipo de local. Teniendo en cuenta los desorbitados precios de las bebidas de algunos establecimientos, el precio que fijen será determinante en cómo se reciba este sistema.
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