En la Casa Rosada hubo irritación por el modo en que el Presidente expuso la salida de su ministra en televisión; en las próximas horas deben oficializar a su sucesor
La agonía por el reemplazo de Marcela Losardo en el Ministerio de Justicia ayer se volvió insoportable. Desde que su eyección del gabinete fue confirmada en boca del Presidente el lunes en una entrevista televisiva, el tiempo para formalizar la medida comenzó a correr más rápido. Anoche se definió que la amiga del jefe de Estado vaya a París como embajadora de la Unesco y que deje su despacho el jueves. Ahora varios laderos de Alberto Fernández esperan con ansias que el jefe de Estado oficialice el reemplazo para comenzar a cicatrizar lo antes posible.
La falta de confirmación del reemplazante a 24 horas de las declaraciones televisivas del Presidente ayer derivó en una jornada de irritación en la Casa Rosada. “Se va a ir, pero no hoy (por ayer)”, dijo un alto funcionario a LA NACION consultado por el nombramiento de su sucesor. No hay mucho más tiempo: el sucesor tiene que estar definido en las próximas horas, si no quieren que la silla quede vacante, ya que mañana será (en los papeles) el último día de Losardo en el ministerio.
López Murphy se refirió a la salida de la ministra de Justicia, Marcela Losardo
Losardo se va híper desgastada -y las palabras del Presidente de ayer terminaron de erosionar su autoridad- pero la salida de un soldado de las filas de Fernández también es una herida en el corazón de Balcarce 50, donde ven el episodio con cierta congoja. “Necesitamos que empiece a coagular”, fue la metáfora que eligió un colaborador de trato diario con Fernández.
Algunos colaboradores del Presidente quedaron muy molestos por el modo desprolijo en que expuso públicamente la salida de Losardo en la entrevista en C5N. “Así no es como se tienen que ir los ministros”, se lamentó un portavoz oficial. Es que, durante el fin de semana, el Gobierno se había propuesto sostener a la ministra hasta el final. Pero Fernández exhibió a toda luz que la situación de Losardo era insostenible y lo hizo antes de confirmar a su reemplazante. “No está definido aún”, respondió un importante funcionario sobre el nuevo ministro a 24 horas de las declaraciones del jefe de Estado.
El diputado de Río Negro Martín Soria es el nombre que suena más fuerte para asumir al frente del Ministerio de Justicia y en la entrevista de anoche con C5N, Fernández dijo conocer “mucho” a ese legislador. Varios integrantes de la troupe albertista, sin embargo, no se cruzaron en su vida al patagónico -algunos, incluso, comenzaron a recibir referencias sobre su carácter fuerte- y recién ahora se enteraron que el Presidente lo tenía en el radar. Aunque conversó con Fernández en las últimas horas, el diputado no tiene, ni de cerca, el nivel de confianza que tiene Losardo con el Presidente.
Ayer, cuando Fernández se metió en la danza de nombres y aludió a Soria, buscó rápidamente desligarlo del kirchnerismo puro. “Hasta donde yo recuerdo Soria siempre estuvo enfrentado a los Kirchner. Soria compitió contra (el senador ultrakirchnerista, Martín) Doñate”, dijo el Presidente. Y agregó: “Lo primero que hacen es decir que Soria es kirchnerista. Yo lo conozco mucho a Martín. Su hermana (Emilia Soria) votó el desafuero de (Julio) De Vido. Los Soria no son precisamente eso”.
Un ladero del Presidente aseguraba hoy: “Alberto ve que Soria tiene ruedo político sin ser un kirchnerista de paladar negro”.
Sin portar ADN kirchnerista, el rionegrino logró sintonizar con el Instituto Patria en el último tiempo. Hizo los deberes cuando denunció en el Consejo de la Magistratura las reuniones del camarista de Casación Gustavo Hornos con Mauricio Macri y al incorporar el repertorio del “lawfare” para cuestionar a la Justicia.
Otro nombre que circuló fue el del diputado bonaerense, Ramiro Gutiérrez, de las filas del massismo. “Alberto lo quiere mucho a Ramiro desde 2013 porque lo educó bastante en materia jurídica. Pero la lógica por pertenencia política indica que no debería ser alguien del Frente Renovador”, dijo alguien que los conoce a los dos. Pero más allá de estos candidatos, podría haber sorpresas, porque ayer hubo una activa danza de nombres en la Casa Rosada.
El Presidente se esforzó por exhibir que será él quien definirá el nuevo titular de Justicia, tras perder a una ministra con la que comparte una historia profesional y una vieja amistad. Losardo le había manifestado en febrero que se quería ir, pero fue la semana pasada cuando detonó todo. El Presidente utilizó, en la apertura de sesiones ordinarias, un libreto con el que ella no se identifica y anunció una batería de futuros proyectos judiciales que no le había anticipado.
En la Casa Rosada descartaban que Fernández le ofrecería a Losardo algún tipo de continuidad laboral en el Gobierno, por la relación que los une. Finalmente el destino será la Unesco, el lugar que ocupaba Pino Solanas, quien falleció el año pasado por un cuadro agravado de coronavirus. El fin de semana plagado de versiones y la confirmación de su salida en boca del Presidente en televisión, sin embargo, extendieron innecesariamente la agonía. Ella, hasta su último día, se muestra dispuesta a hacer lo que su amigo necesite.
Maia Jastreblansky
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