En el marco del 90 aniversario del sindicato de Trabajos Municipales de Bahía Blanca, su secretario general realizó un balance hasta el presente y anticipó nuevos proyectos a futuro.
Pese a las cuantiosas pérdidas que le generó el temporal que azotó a nuestra ciudad el 16 de diciembre pasado, el sindicato de Trabajados Municipales (STMBB) celebró su 90 aniversario con varios proyectos en marcha.
“En estos doce años que llevo al frente del gremio hubo dos momentos muy críticos. El primero fue la pandemia y el segundo, esta trágica tormenta, que realmente nos afectó muchísimo en todo lo referente a infraestructura y nos sacó un poco de eje”, reconoció Miguel Agüero, secretario general desde 2012.
En el predio de Fragata Sarmiento, sin ir más lejos, causó destrozos por casi 500 millones de pesos y demoró la mudanza (prevista para un par de días después de la tormenta) a la nueva sede.
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“Y aún así hay cosas que no podemos arreglar o recuperar, como es el gimnasio polideportivo, que se derrumbó por completo. Nos favoreció haber realizado una poda cuidada un par de meses antes, porque esa labor evitó que el sector de los quinchos sufriera tantos daños como el resto de las instalaciones”.
A esa situación imprevista se sumó el contexto político y el proceso inflacionario, porque en definitiva, como sucedió en la nueva sede, se originaron gastos millonarios que no estaban contemplados.
“Prácticamente tuvimos que pagarla dos veces, y la segunda con aumentos notorios en los materiales o en el equipamiento, porque encima se produjeron robos en las horas posteriores a la tormenta”.
Desembolsar ese dinero demoró otros proyectos, algunos en marcha y otros a punto de iniciarse.
“Obviamente tuvimos que priorizar acciones, con la decisión de no tocar las prestaciones sociales que le veníamos dando a los afiliados”.
En ese sentido, se aprovechará este mes, el del aniversario, para presentar arreglos y también nuevas obras.
“Hace pocos días se inauguraron las torres de iluminación de la cancha de fútbol, se remodeló la pileta de los chicos, se reconstruyó el cerco perimetral, se está terminando la pista de salud que inició DOSEM y en 15 días nos estaremos mudando a la nueva sede social”, añadió Agüero.
Una de las pocas cosas que no se pudo organizar fue el festejo por el 90 aniversario, que fue reemplazado por una emotiva reunión con jubilados y creadores de la agrupación 7 de Abril.
“Teníamos pensado realizar una gran fiesta, incluso con presencia de representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pero decidimos canalizar esa inversión en las labores de reconstrucción”.
Pese a asumir como concejal, Miguel Agüero mantiene su labor como secretario general del STMBB.
“No hay día que no vaya al gremio. Obviamente que las dos tareas en forma simultáneas demandan tiempo y energía, pero lo hago con gusto”.
En el Concejo Deliberante se enfocó en varias cuestiones referidas a los trabajadores municipales.
“Son ordenanzas que quedaron desactualizadas por el paso del tiempo o que deben ser profundizadas para que no queden grises o mejoradas para que haya reconocimientos a ciertas labores, como puede ser para los miembros de Defensa Civil, por nombrar uno”.
Paralelamente, se enfoca en el proyecto de actualización del actual convenio colectivo de trabajo.
“Es una de las cosas que quiero dejar terminadas antes de ponerle fin a mi mandato”.
En estos 12 años de gestión, salvo en algunos pasajes muy puntuales, Agüero valoró no haber tenido confrontaciones con el Ejecutivo.
“Siempre hemos llegado a acuerdos positivos a través del diálogo. Y con Susbielles mantenemos esa línea. En junio debemos realizar la apertura de la paritaria de monitoreo. Allí se analizará si existe un desfasaje entre lo que se acordó oportunamente y la inflación”.
El dirigente gremial percibe un cambio de paradigma entre el Ejecutivo y los trabajadores municipales.
“El empleado municipal está notando que se valoriza más su labor. Por ejemplo, se han producido reaperturas de talleres que estaban prácticamente sin funcionamiento, con maquinarias sin el mantenimiento adecuado, o se le han asignado tareas que antes se tercerizaban. Además, los cargos de directores han sido ocupados por personal de planta, que conoce las necesidades y los contextos en los que se desarrollan las labores”.
Y añadió: “Vemos que esta nueva gestión se ha apoyado mucho en la experiencia de los trabajadores para tomar decisiones. Y eso es positivo”.
El rol del sindicato
“Muchos se piensan que la función de un sindicato pasa por representar a los trabajadores en las negociaciones paritarias con las patronales, pero va mucho más allá. Dentro de un sindicato hay muchísimo trabajo social, de contención y de ayuda para los afiliados. Y aquel que está o ha pasado por el sindicato de Municipales lo sabe”, señaló Agüero.
En ese sentido, el trabajo en conjunto con DOSEM es una cuestión prioritaria.
“Por más que DOSEM no es parte del sindicato, es la obra social de nuestros afiliados. Y trabajamos mucho en conjunto para sumar prestaciones o para mantener el coseguro pese a la coyuntura económica que nos toca atravesar. Sin ir más lejos, somos los únicos en toda la provincia en cubrirle al jubilado municipal el 100% de la medicación”.
Paralelamente, los beneficios para los afiliados son cada vez más importantes.
“Hoy estamos terminando de entregar los kits para los estudiantes universitarios, que es una ayuda muy importante para los afiliados que tienen hijos en ese nivel de estudios. Y también lo hacemos con los otros ciclos de educación. Nadie sabe que esa labor se inicia un año antes, para abaratar costos. Ya el próximo mes empezamos a comprar artículos para entregar el año que viene y así hacemos con muchas otras cosas, porque entendemos que la proyección es clave en la gestión”.
“También tenemos el programa de turismo social, con viajes a costos muy convenientes y que le permiten a nuestros afiliados de disfrutar de lugares que de otro modo les sería muy dífícil de visitar”.
El último año
En 2025 habrá elecciones en el STMBB y Agüero, por la reforma del Estatuto que él mismo impulsó, no podrá renovar su cargo como secretario general.
“Eso no quiere decir que me vaya del gremio. Seguramente seguiré desde algún otro lugar. Además, se armó un grupo de trabajo muy homogéneo, en el que todos saben hacer todo y todos son importantes, porque se trabaja en conjunto”.
Señaló que en estos últimos doce meses le gustaría terminar con algunos proyectos que estas últimas situaciones han postergado un poco.
“En ese sentido, ya estamos trabajando en refaccionar y poner en valor las instalaciones de Donado 441, que son parte importante de nuestra historia como sindicato. La idea es que, cuando nos traslademos a la nueva sede, ese lugar quede como un lugar multiespacio, en que se puedan realizar diversas actividades, como pueden ser artísticas, sociales o culturales”.
Y los pasos siguientes estarán vinculados con la continuidad de la obra en el predio de Cerri y en arreglos y mejoras en el complejo de Sierra de la Ventana, donde ya se hizo toda la conexión nueva de gas para poder habilitar las cabañas.
“Tenemos varias cosas por delante, así que será un año con muchos desafíos por delante”, cerró Agüero.
Un lugar histórico
Con un proyecto de ordenanza presentado en el CD, Agüero propuso incorporar al Patrimonio Arquitectónico y Urbano de nuestra ciudad, la fachada del inmueble ubicado en calle Donado 441, sede del STMBB.
“Resulta necesario valorizar y preservar aquellos edificios que tanto por sus características arquitectónicas, como por su relación con instituciones, procesos o personas significativas para la historia local, forman parte del patrimonio cultural material de nuestra ciudad; y que en tal sentido, la propiedad ubicada en la calle Donado 441 presenta diversas características arquitectónicas que determinan un conjunto armónico y valioso, así como también ecléctico, al reunir elementos de una gran diversidad”, explicó Agüero en la presentación.
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