Suris, que está con prisión preventiva por liderar una banda dedicada a vender facturas truchas, espera el juicio que llegaría antes fin de año. En paralelo, el fallo del Tribunal Oral Federal que lo absolvió en la causa por narcotráfico está siendo revisado por Casación Penal.

Según pudo averiguar Bahía Indiscreta, el defensor oficial del mediático personaje presentó un habeas corpus en las últimas horas denunciando el robo de la agenda y, a su vez, realizó una presentación ante la Justicia ordinaria para que se investigue a los guardiacárceles del penal.

La pregunta del millón es conocer qué nombres aparecían en la libreta que atesoraba Suris en su celda y por qué despertó tanto interés en sus cuidadores. Seguramente, a partir de este momento, algunos políticos, policías y empresarios comenzarán a rezar.

LA CALAMIDAD DE LA BONAERENSE

Tal como adelanto LA BRUJULA 24, el Ministro de Seguridad Cristian Ritondo designó al Comisario General Eduardo Quintela a Comisario General como Superintendente de Seguridad Interior Sur en reemplazo de Mario Chorén, quien casi ni se enteró que estuvo en Bahía.

Ritondo, cruzado por rumores de todo tipo, decidió reunir a la plana mayor de la Bonaerense en La Plata para comunicarle, por un lado, los recambios de jefes y , por el otro, el aumento del 15% para todo el personal, medida que sirvió para descomprimir una situación que estaba a punto de explotar.

Como era de esperar, para participar del conclave en la ciudad de las diagonales, también viajó el jefe departamental Gustavo Maldonado. Lo hizo acompañado por su chofer.

Tal es la crisis que vive la fuerza, que antes de emprender el viaje, el uniformado debió solicitar unos bidones con combustible a la Municipalidad, ya que no disponía de la “caja chica” para cargar en una estación de servicio. Es así que, por la zona de Azul, se lo pudo ver a Maldonado haciendo malabares sobre la banquina para intentar cargar el tanque de manera manual.

PIEDRA LIBRE PARA CONGHOS

Un inesperado encuentro tuvo el intendente Héctor Gay cuando recorría una planta de reciclado del Bajo Flores, perteneciente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Gay, que estaba interesado en el tratamiento de la basura, se topó con el bahiense Eduardo Conghos, un abogado que fue subsecretario de Gestión Ambiental del Municipio en épocas de Cristian Breitenstein y que luego recaló como coordinador ejecutivo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS).

Conghos demostró que sabe más que nadie de reciclados. Él mismo es la mejor muestra. Pasó de ser un “sciolista de la primera hora” a ser “un macrista de toda la vida”.

Cuando estuvo en Alsina 65 debió renunciar por una polémica con los dueños de los hornos de ladrillos, a quien un día los visitó con su auto de alta gama y debió retirarse por los pedazos de tierra cocida que volaron por la cabeza en señal de repudio.

Luego, en el sillón del OPDS fue escrachado por las cámaras del programa de CQC que entraron a su despacho para pedirle explicaciones por la contaminación que producía una empresa de Marcos Paz.

Ahora don Conghos, además de tener una licencia como empleado de la Fiscalía de Estado, trabaja para Horacio Rodríguez Larreta y se lo vio gestionando en la “planta de áridos”.

Dicen que cuando los bahienses que acompañaban a Gay lo identificaron y le preguntaron ¿Qué haces acá?, el hombre miró con cara de esos “perros que voltean la olla”.

BINGO BAHÍA EN EL OJO DE LA TORMENTA

Algunos intendentes bonaerenses comenzaron a reclamarle a María Eugenia Vidal el cierre o el traslado de las salas de bingos que, como está demostrado, generan grandes perjuicios en distintos estratos sociales, especialmente en los más vulnerables.

Quien “picó en punta” en este tema fue Joaquín De la Torre, alcalde de San Miguel, que en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante le pidió a la Gobernadora “terminar con el flagelo del juego” en la Provincia.

En Bahía aún no está en agenda la cuestión. Pero algunos allegados a Gay ven con buenos ojos las movidas en otros municipios y no descartan acercarle una propuesta al jefe.

El Bingo Bahía está enclavado en pleno centro, a una cuadra de la Plaza Rivadavia. Su crecimiento fue acompañado por la mirada complaciente de casi todos los dirigentes políticos. Y sus groseras modificaciones edilicias, por ejemplo, fueron avaladas sin mayores contratiempos.

Durante el mandato de Rodolfo Lopes, Juan Carlos Bojanich –uno de los dueños de la sala de juegos– fue denunciado por pagar coimas. Quien debía sostener la denuncia dijo que se había tratado de un “malentendido” y la causa se archivó.

Algunos años después, durante un allanamiento en la casa de un policía de la DDI local preso por cobrar por protección, se secuestró una libreta en la que, entre cabarets y casas de citas, figuraba el monto de dinero que pagaba mensualmente el Bingo.