Por Gonzalo Prado

El presidente del PRO, Mauricio Macri, ejercerá toda la presión posible para que Patricia Bullrich se vaya del partido después de -lo que él considera- los continuos desplantes de la ministra de Seguridad. El último fue su negativa a permitir que el diputado Cristian Ritondo asumiera la conducción del espacio amarillo en la provincia de Buenos Aires.

 

Para eso, Macri mira con atención las futuras elecciones de la filial bonaerense del PRO, después de la ruptura de los bloques en la legislatura provincial. El fundador del partido amarillo cree, que con esa jugada, Bullrich quedó en una posición desfavorable ya que el éxodo díscolo apenas fue de cinco diputados y un senador. "Sola se va a tener que ir", se relamen en la mesa chica del titular del PRO.

El objetivo de Macri es que Bullrich "se vaya sola"

"No respetó el acuerdo que se firmó y se fue con cinco diputados y un senador. La mayoría del partido está en su contra. Ella cantó truco con un 4 de copas y nosotros le dijimos 'quiero'", analizó uno de los alfiles bonaerenses del presidente del PRO, apelando al juego de cartas.

 

 

Mauricio Macri y Patricia Bullrich pasaron del amor al odio por el control del PRO.

La estrategia de Macri es cercar a Bullrich y dejarla sin apoyos dentro del PRO para forzarla a irse. El expresidente cree que los movimientos recientes de la ministra de Seguridad, sobre todo su acusación contra Ritondo de haber hecho un "golpe de Estado" por el affaire bonaerense, sobrepasaron un límite.

En la mesa chica de Macri hacen cálculos sobre la cantidad de fieles de Bullrich en el Congreso, en las distintas legislaturas, en las gobernaciones y en las intendencias. En cada lugar, siempre de acuerdo a su poroteo, el titular del PRO tiene las de ganar.

Patricia, siendo politóloga me extraña que no sepas la definición de golpe de estado. En el PRO de la Provincia de Buenos Aires hubo una renuncia masiva de dirigentes porque nadie se sentía representado por quien se hizo cargo de la presidencia hace un año. Se llamará a… https://t.co/PRkWrnkgJC

— Cristian Ritondo (@cristianritondo) May 29, 2024

"Los deseos de ella no se van a cumplir. El PRO se va a mantener, le vamos a dar una identidad nueva y va a crecer", consideró uno de los armadores de Macri que se prepara para cantar "quiero" frente a toda apuesta de Bullrich.

La ministra no piensa quedarse cruzada de brazos. Decidida a jugar fuerte con LLA en 2025, con todos los caminos que conducen a que sea candidata a senadora por la Ciudad, algo que anticipó Letra P, la ministra de Seguridad sumará este miércoles con una foto un nuevo capitulo a la novela de separación que arrancó con el acto que compartió junto al intendente de Tres de Febrero y asiduo visitante de la quinta de Olivos, Diego Valenzuela.

Bullrich estará en San Isidro con Ramón Lanús, un macrista núcleo duro que cortó 40 años de reinado de la familia Posse en esa localidad, junto al armador mileísta en territorio bonaerense, Sebastián Pareja.

¿Por qué no echarla?

Mientras Bullrich continúa con su empresa para intentar fusionar el PRO con LLA, en la cree tener el tiempo de su lado, por ahora Macri no piensa echarla. Si bien cree que podría poner de su lado a gran parte del espectro de figuras del PRO (Rogelio Frigerio, Jorge Macri, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta e Ignacio Torres, entre otros), cree que hacerlo podría ser un arma de doble filo. La medida abrupta choca con el espíritu republicano del PRO.

Ante esa eventual situación, en la mesa chica macrista sospechan que la Bullrich podría acusar al expresidente de ser parte "de la casta" que está en contra del cambio para privilegiar sus intereses personales. Es una frase que, con el clima de época actual, podría calar profundo en el electorado compartido entre el PRO y LLA.