La cuarentena y la emergencia sanitaria que enfrentamos sacó a relucir lo mejor y lo peor de la política en el conurnano. Entre los más expuestos en la segunda categoría están los “pobristas”, aquellos que con la excusa de asistir a los más necesitados con alimentos o insumos básicos, aprovechan para promocionarse con excesivas “selfies espontáneas”.
Entre ellos, siendo un caso entre miles, podemos destacar a Martín Jofré, concejal de Tres de Febrero. Jofré que supo ser referente del massismo, del cual se terminó alejando para apoyar a Roberto Lavagna en las últimas elecciones, pero siendo uno de los ideologos del corte de boleta a nivel local. Hoy se muestra en el plano local apoyando de lleno la gestión del hombre de Cambiemos Diego Valenzuela, creando una línea muy difusa entre su función como edil y la función ejecutiva.
Durante estos días, se la pasó fotografiándose en diversos barrios humildes y clubes a donde, en algunos casos, llevó alimentos o insumos de salud. En otros casos, se sumó a acciones solidarias ajenas, como lo ocurrido la de semana pasada, en un club donde había una olla popular y el edil llegó para entregar algunos barbijos pidiendo sacarse “unas fotos”, lo que generó una tensa situación con muchos de los presentes, a los que no les hizo demasiada gracias el oportunismo del concejal.
De todos modos el caso Jofré no es original ni excepcional, es solo un ejemplo de lo que se ve en el conurbano a diario. No hace falta hacer pública la ayuda social. Al que recibe comida no le interesa que lo muestres recibiendo tu caridad en tus redes sociales. Es raro que alguien piense que actitudes como esa ganan votos cuando el rechazo de la sociedad, y más una tan politizada como la nuestra, a estas prácticas es evidente.
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