En el marco de un conflicto laboral iniciado hace casi un mes, este viernes se volvieron a registrar fuertes enfrentamientos entre la policía y manifestantes de las facciones de la UOCRA que responden a Juan Pablo “El Pata” Medina y Cristian “Puly” Medina. Estos sectores que hasta hace poco tiempo permanecían enfrentados decidieron unirse para denunciar una política gremial “pro patronal” por parte del interventor del gremio, Carlos Vergara.

AESA es una empresa que brinda servicios de mantenimiento en la Destilería de YPF. Hace un mes, un grupo de trabajadores inició una protesta en reclamo de recortes salariales. Luego se sumaron unos 34 despidos y 74 suspendidos, aunque podrían ser muchos más.

Luego de varias semanas con todo paralizado, la firma intenta reactivar las obras en el Polo Petroquímico de Ensenada sin resolver el conflicto laboral. Para lograrlo, el gobierno bonaerense ordenó un nutrido operativo policial con más de 600 agentes encargados de impedir las protestas de los despedidos.

“Vinieron los compas a esperar para ingresar y fueron esperados con infantería nuevamente y se ve que tienen la orden de reprimir”, aseguró uno de los integrantes de los sectores de la UOCRA que todavía responden a “El Pata” Medina. Desde YPF sostienen que este sector busca tomar la planta. En agosto, la petrolera había amenazado con suspender las millonarias obras si el conflicto “asociado a prácticas que creíamos desterradas” continuaba.

Ayer, luego de los enfrentamientos, marcharon hacia el ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires para entregar un petitorio en reclamo de informes sobre la situación laboral de los trabajadores de la empresa contratada por la petrolera. Aseguran que los empleados afectados son cerca de 200 y que peligran unos 750 puestos laborales.

Este conflicto laboral puntual reavivó las internas en la UOCRA local. Los sectores referenciados con los Medina denuncian que el interventor Carlos Vergara, alineado con el secretario general del gremio a nivel nacional, Gerardo Martínez, montó su propio grupo de choque para avanzar con recortes de derechos laborales a favor de las patronales. Por ahora, no se habla de elecciones para normalizar el sindicato.