Por Mauricio Cantando

El proyecto del diputado Hernán Lombardi (PRO) para privatizar Aerolíneas Argentinas comenzará a debatirse el miércoles a las 11 en las comisiones de Transporte y Presupuesto de la Cámara de Diputados, donde el oficialismo cree tener los votos para aprobarlo. La traba está en el Senado, donde en junio la empresa fue excluida de la lista de privatizables de la ley ómnibus.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, garantizó que el Gobierno apoyará la iniciativa del macrismo. Fue durante la reunión que este lunes por la tardenoche mantuvo con legisladores de la oposición friendly, en el marco de los encuentros inaugurados por el presidente Javier Milei en los que oficialismo y dialoguistas trazan la agenda del Congreso. Además de la iniciativa de Lombardi, este lunes presentó una similar Juan López, de la Coalición Cívica. Si es posible dictaminar, en el oficialismo no descartan tratar el proyecto en una sesión para la semana próxima.

Por la administración libertaria, del encuentro también participaron el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi; el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. La bancada que responde a Mauricio Macri estuvo representada por Silvia Lospennato, Silvana Giudici, Diego Santilli, Patricia Vásquez y Sergio Capozzi, además de Lombardi, autor del proyecto.

El filtro del Senado

El senador radical Pablo Blanco, unas de las figuras claves para evitar la privatización de la línea de bandera, ratificó a Letra P que continuará defendiendo su condición de estatal, aunque marcó límites.

“Mi posición no varió, pero los gremios deben tomar nota de que la empresa debe ser rentable”, sostuvo el fueguino. Su posición fue decisiva, porque logró efecto contagio en más representantes patagónicos: Mónica Silva (Río Negro), la radical Edith Terenzi (Chubut) y la dupla de Santa cruz (José María Carambia y Natalia Gadano).

El senador Pablo Blanco (UCR), clave para sostener Aerolíneas Argentinas en manos del Estado.

En el Senado, Unión por la Patria (UP) tiene 33 miembros y si suma cuatro más puede controlar el recinto. Es por eso que en su momento, antes de perder todo el capítulo de privatizaciones, el oficialismo excluyó a la compañía aérea.

Para salvar a la empresa, pesó la presión de los gremios aeronáuticos a los senadores en los aeropuertos patagónicos, que en algunos casos sólo tienen vuelos de la compañía de bandera.

El futuro de Aerolíneas Argentinas

La resistencia la lidera Pablo Biró, titular del gremio de la asociación de pilotos de líneas aéreas, quien el jueves tuvo una reunión con miembros del bloque UP de extracción sindical, en la que estuvieron Mario Manrique (Smata) y Vanesa Siley (Judiciales). Contó que el presidente de la Aerolíneas, Fabián Lombardo, se niega a negociar salarios porque confía en privatizar.

El proyecto del macrista Lombardi -firmado por 14 miembros del PRO- que se tratará el miércoles en comisiones tiene sólo tres artículos y declara sujeta a privatización Aerolíneas Argentinas, en el marco de la ley 23.696 de la reforma del Estado.

Se autoriza al Poder Ejecutivo a “establecer el marco legal y llevar adelante el procedimiento para instrumentar el proceso de privatización”. Entre los fundamentos, Lombardi cita la última visita al Congreso de Francos, en la que dijo que la empresa tiene 1.204 pilotos para 81 aviones activos, es decir, casi 15 pilotos por cada avión operativo.

“En los últimos años, viajar con la aerolínea de bandera se ha convertido en un privilegio reservado para unos pocos, financiado por aquellos que apenas logran cubrir sus necesidades básicas”, señala Lombardi.

El de la Coalición Cívica es similar y Lombardi lo conoció mientras estaba reunidos junto a sus colegas y Francos en la Casa Rosada. No sería muy complicado conciliarlos.

Los números en Diputados

El oficialismo confía en aprobar la privatización en la cámara baja con un número cercano al que obtuvo el capítulo de privatizaciones en abril, que se aprobó con 138 votos, nueve por encima de la mayoría del recinto. No toma en cuenta un antecedente: en junio hubo un intento para reincorporar en Diputados la venta de la compañía, pero el radicalismo prefirió respetar la posición de la cámara alta.

En la sesión de aquel mes, además de UP y la izquierda, sólo se negaron a votar seis de los 34 radicales (Facundo Manes, Pablo Juliano, Marcela Coli, Fernando Carbajal y Pedro Galimberti -se abstuvo-), cinco de Encuentro Federal (Natalia de la Sota, Mónica Fein, Esteban Paulón, Margarita Stolbizer y Florencio Randazzo).

Por el PRO, sólo votó en contra el fueguino Héctor Stefani, también presionado por el personal en los aeropuertos. En otras latitudes no la pasaron mejor: hubo diputados que tuvieron problemas en conseguir tickets o pasaron situaciones incómodas en los embarques.

El miércoles, el plenario estará coordinado por Pamela Verasay, de la UCR, quien avaló la privatización. El plan de Martín Menem es dictaminar y llevar el debate al recinto en la sesión prevista para el 2 de octubre.

La citación, de todos modos, sólo plantea la visita de funcionarios para trazar la situación de la compañía, que será defendida con uñas y dientes por UP. Por ahora, en la cámara baja nadie se suma a esa postura. En el Senado, la historia es otra.