Si bien regularizaron hoy sus operaciones aéreas, más de ochenta vuelos de cabotaje, regionales e internacionales debieron ser suspendidos; lo que generó una pérdida millonaria para la empresa
A la medida de fuerza adhirieron los gremios aeronáuticos Asociación Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA) y Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Ello provocó "una pérdida de más de seis millones de dólares en concepto de pasajes no vendidos, tickets devueltos y compensaciones en hoteles y comidas a los pasajeros que quedaron varados por no poder abordar sus vuelos en conexión", comunicó la empresa.
Aerolíneas Argentinas, presidida por Mariano Recalde, explicó que "si bien la gran mayoría de los trabajadores aeronáuticos no adhirieron a la medida, la falta de despachantes que habilitaran los aviones de ambas empresas y la falta de pilotos en el caso de Aerolíneas Argentinas hicieron imposible” el normal funcionamiento de sus unidades.
Tras el conflicto, la aerolínea de bandera aseguró que se lleva a cabo con normalidad la programación prevista, a lo que se agrega "un programa de vuelos especiales para transportar aquellos pasajeros que no pudieron volar por la medida".
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