Los propietarios de la Droguería NEA, que abastece a clínicas y hospitales de la zona, señalaron que escasean "los elementos que más se necesitan". Se trata de alcohol líquido y en gel, guantes, camisolines descartables y barbijos especiales. "Se nos bajó el stock a cero", apuntaron. La situación comenzó a registrarse dos semanas después del inicio de la cuarentena, aunque se fue agravando en los últimos días.
La empresa de insumos biomédico de nuestra ciudad Droguería NEA advirtió sobre el faltante de elementos básicos en el marco de la emergencia sanitaria por la propagación del coronavirus. A pesar que en los últimos días disminuyó la demanda de los centros de salud, la reposición del stock sigue siendo un problema por dificultades tanto en la producción como en la importación.
“La situación se extiende y se agrava”, expuso Sergio Rosa, uno de los propietarios de la firma local. En tal sentido, detalló que “los insumos que más están escaseando son los que más se necesitan ahora: alcohol, alcohol en gel, guantes, camisolines descartables y barbijos. Lo básico que hace falta ahora no se está consiguiendo por lo menos por los mercados tradicionales y a los valores lógicos”.
En tal sentido, cuestionó que “más de uno publica en Facebook o por Whatsapp venta de alcohol en gel o común en bidón de 5 litros a precios exorbitantes. Nosotros por ese medio no compramos nada. Si no lo podemos adquirir por intermedio del importador o el fabricante, no lo compramos directamente”.
La empresa abastase a hospitales y clínicas ubicadas hasta a 200 kilómetros a la redonda. “Nosotros trabajamos con el Municipio, abastecemos al Hospital, Clínica Güemes y San José Obrero. Llegamos hasta Junín por ruta 7, hasta Bragado por la 5, San Pedro por la 9, Arrecifes y las localidades que hay en el medio como Navarro, Roque Pérez y General Belgrano”, agregó Rosa.
Los faltantes comenzaron prácticamente a los 15 días del inicio de la cuarentena. Lo que al principio fueron inconvenientes en la entrega por una demanda generalizada, con el correr de los días se transformó en un faltante preocupante de productos. “El consumo tuvo un aumento exponencial impresionante”, afirmó.
La situación se fue agravando con la demanda de los clientes y la falta de respuestas de los proveedores. “Algunos importadores manifestaron que tenían contenedores varados en Aduana y que no los podían liberar. Lo que es alcohol no dan abasto con la producción y no podían cumplir con la demanda. Es más, uno de los importadores de guante a mi socio le dijo que calcula que hasta enero no va a tener. Así estamos lamentablemente”, sostuvo Rosa consultado por EL CIVISMO.
Por su parte, su socio Diego Chan graficó que “se nos bajó el stock a cero de todos los insumos críticos como alcohol, alcohol en gel, barbijos. Quedamos en cero. La reposición sigue siendo muy difícil. El alcohol nos entregan cada 15 días y cuando llega ya están los pedidos para separar, entregar y quedar en cero de nuevo. El pedido que antes nos duraba un mes, ahora se va en un día”.
Además, los barbijos tricapa para cirugías cuestan conseguirse, mientras que la adquisición de guantes de látex está directamente cortada. “El servicio nuestro es abastecer a todas las instituciones de la salud, no pasa por la venta al público. Pasa por tratar de brindarle el producto a hospitales públicos y clínicas privadas. De hecho, cuando hubo mercadería y llegó algún insumo, le dimos prioridad a los clientes habituales”, explicó Rosa.
De todas formas, ahora la demanda de pedidos disminuyó ya que “el mes pasado los municipios se estuvieron stockeando y haciendo reserva. Ahora están esperando consumir un poco, porque no hay tantos casos como ha pasado en otros países de afectados. Si bien hay contagiados, no está colapsado el sistema de salud”.
Como contrapartida, se incrementó la venta del material descartable que se utiliza para tratar falencias respiratorias, como circuitos para los respiradores, filtros y tubos endotraqueales. En tanto, uno de los propietarios de la droguería expuso que “en los otros productos no hubo inconvenientes, pero mermó mucho el uso. Por ejemplo, vendemos suturas y medicamentos, pero al no haber cirugías y tantos accidentes, hay menos uso del resto de las cosas”.
Por otra parte, Chan detalló que “las condiciones de pago cambiaron completamente. Se achicaron todos los plazos y también está costando cobrar. A pesar de estar trabajando, también estamos con dificultades como los que no están pudiendo hacerlo. Es muy complicado para poder mantenerse y seguir adelante”.
Comentá la nota