La preocupación surge de un trabajo conjunto del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) y la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) en el marco de la suba de la cotización del dólar y de las medidas que endurecen el cepo a la divisa norteamericana.
Afirman que ya hay incrementos de precios que superan al dólar paralelo y que habría una retracción del 40% en insumos y en productos importados.
Miguel Calvette, titular del Indecom, explicó el sábado por la mañana a través de FM Vos (94.5) y de Diario San Rafael, que es muy dura la realidad que están atravesando las grandes industrias y las pymes, lo que afecta la entrega de alimentos, pues al día de hoy “de diez unidades, se entregan cinco”, lo que está vinculado al costo de la reposición. “El costo de la reposición es lo que da incertidumbre, no hay insumos, está complicada la entrega de productos industriales, no hay precios de referencia en lo que son envases larga-vida, vidrio, plástico, que son fundamentales para la industria de la alimentación”, dijo y agregó que con el correr del tiempo, eso va causando “huecos en las góndolas”. Si a todo eso se le suma la problemática del faltante de gasoil, aumenta el alerta en la distribución, pues generalmente “a menor oferta, demanda sostenida e incluso en muchos casos, en aumento”, lo que causa subas en los precios. Hablando con distintas asociaciones y cámaras, se han encontrado con las mismas conclusiones, lo que en las últimas semanas ha repercutido en los precios. Calvette considera que “hace falta un acuerdo de precios, salario, valores de referencia y transparentar el dólar”. La imposibilidad de acceder a la compra de divisas, acarrea inevitablemente una complicación para importar materias primas y productos manufacturados de origen extranjero que tienen una presencia permanente en la mesa de los argentinos.
Aseguró que “tener un dólar oficial, realmente lo único que hace es alimentar a sectores especulativos”.
Desde su punto de vista, es urgente la necesidad de transparentar el dólar, además de una reforma fiscal que separe las grandes industrias de las pymes (porque “son distintas y reciben un tratamiento similar”). Por otra parte, el país requiere una reforma laboral que flexibilice la posibilidad de tomar personal.
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