Desde el Centro de Industriales Panaderos de Mar del Plata advirtieron que una de las consecuencias de la pandemia fue la proliferación de establecimientos farináceos que trabajan sin habilitación.
Las panaderías son uno de los pocos sectores que no se vieron afectados por el cierre de establecimientos durante el Aislamiento decretado durante 2020 para evitar la propagación de coronavirus, pese a ello, vieron, al igual que otras industrias, afectada su rentabilidad por la pérdida del nivel adquisitivo de la población y la proliferación de establecimientos clandestinos que realizan elaboración y venta a comercios minoristas de productos básicos de la industria como pan y facturas.
Según indicó a 0223 el titular del Centro de Industriales Panaderos, Carlos Monzón, el sector qr representa atravesó un 2020 “muy difícil”. “Es muy difícil mantenernos y pagar todos los costos que tenemos con una actividad que está tan vapuleada”, aseguró Monzón a 0223 Radio.
Es que, según el representante de los industriales, desde que comenzó la cuarentena, la falta de control municipal hizo que resurjan los comercios que se dedican a la fabricación ilegal de panificados generando una gran pérdida económica a quienes poseen sus comercios en regla.
“Los comercios que compran productos a las fábricas clandestinas venden el kilo de pan a 85 pesos, mientras que en una panadería que tiene todos los papeles en orden el kilo cuesta alrededor de 120. Es imposible competir”, dijo Monzón.
Es por eso que, según el representante de los industriales panaderos, hubo comercios que durante la pandemia debieron cerrar sus puertas. “Estamos trabajando en un programa para normalizar la venta, sobre todo en lugares en los que se comercializa pan suelto que no se sabe en qué lugar se elabora”, explicó.
En este sentido, Monzón indicó que, en el último tiempo se intensificaron los controles por parte de los efectivos municipales, pero todavía no alcanza para que se reflejen los resultados. ”Los organismos de control reforzaron los operativos y se esta encaminando todo. Pero lo que necesitamos es celeridad”, concluyó.
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