Lo dice un grupo de dirigentes del interior, quienes sostienen que esta modalidad impedirá que los distritos más chicos obtengan bancas. Los lidera un hombre del PD que defiende también la reelección del gobernador.
Santa Rosa no es el único departamento relegado actualmente en la Legislatura. La misma situación vive San Carlos, que también carece de representantes. Esto se debe a que la propia Constitución provincial relega a los departamentos chicos, dado que diputados y senadores se eligen por secciones electorales, o sea, grupos de departamentos, donde los que mandan a la hora de armar las listas de candidatos son los dirigentes de los distritos más importantes de cada sección.
Pero el panorama podría ser más oscuro aún, dado que en los departamentos del interior ven muy lejos la posibilidad de cumplir la finalidad original del Senado provincial: la representación de todos los departamentos de Mendoza.
Según Zoppis y una silenciosa liga de dirigentes del interior de distintos partidos que actúan en conjunto, la sanción de una reforma política que elimine la actual lista sábana e implemente en su lugar la boleta única, podría directamente borrar del mapa legislativo a la mitad de los departamentos de Mendoza.
En esa situación quedarían, además de Santa Rosa y San Carlos, Lavalle, La Paz, Tupungato y Malargüe. Pero el cambio comprometería también a Tunuyán, Rivadavia y Junín. Este razonamiento surge de comparar el bajo caudal de electores en estos departamentos con los que hay en los sitios más grandes. Suponen los críticos de la boleta única que ella les dará a los vecinos de lugares como Godoy Cruz, Capital o San Martín, la chance de marcar en la boleta los candidatos de sus departamentos. Contra esos votos, los departamentos mencionados no podrían competir, debido a que tienen muchos menos electores.
La solución para corregir esta posible distorsión podría sonar como música en los oídos de Francisco Pérez. Es que los departamentos más alejados prometen acudir a la Legislatura para pedir que se reforme la Constitución antes de sancionar la reforma política. La idea en el interior es que el nuevo texto constitucional tenga una cláusula que le de a cada departamento el derecho de tener al menos un representante en el Senado, independientemente de sus poblaciones.
Justamente esa es una de las finalidades de la reforma de Pérez, hoy bloqueada por su intento de incluir en el mismo paquete la reelección del gobernador.
Una cuña en la oposición. La liga del interior agrupa a dirigentes de distintos partidos de Santa Rosa, Tupungato, Lavalle, Tunuyán y Malargüe y constituye una esperanza para Paco Pérez, que debe buscar la forma de romper la negativa opositora a discutir la reforma de la Constitución. Aunque está por verse la fortaleza de ese frente, que ya intentó sin éxito traccionar la reforma para cambiar la representación legislativa sobre el final de la gestión de Celso Jaque.
De todos modos, no suena mal para el oficialismo este apoyo. Zoppis es demócrata pero, por todo lo dicho, no está de acuerdo con que sus correligionarios conviertan en realidad el paquete de leyes de la reforma política sin antes mirar cómo afectará esto a los departamentos más chicos.
La cúpula del PD, no obstante, avanza sin pausa en un acuerdo político con el radicalismo para transformar en leyes la boleta única y el desdoblamiento de las elecciones y el voto electrónico, sin prestar atención a la reforma constitucional de Paco y menos aún el tenue frente interno y sus críticas.
Reeleccionistas. Lejos de las consideraciones de la cúpula, el demócrata Zoppis intenta ser escuchado por su partido en su prédica contra la reforma política.
El ex legislador sostiene que la aplicación del voto electrónico, por ejemplo, implica el desafío de pensar si habrá fondos para aplicarlo y si la gente estará "preparada para votar" de esa manera.
También afirma el demócrata que el desdoblamiento electoral de radicales y demócratas no resulta una medida urgente dado que "los intendentes ya están habilitados para desdoblar", como ya dieron prueba dos jefes comunales en las últimas elecciones: Jorge Difonso en San Carlos y Víctor Fayad en Capital.
Lo más notable es que el demócrata promueve, contra su propio partido, la reelección del gobernador. "La provincia tiene 315 cargos electivos, y solamente dos (Gobernador y Vice) no están habilitados para se reelección, mientras que los 313 restantes sí lo están y por una cantidad de veces que no conoce límites", razona Zoppis, una voz discordante que seguramente el PJ se ocupará de hacer oír.
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