Los alimentos consumidos en la mitad del mes de septiembre, todo octubre y noviembre componen la deuda que la Provincia mantiene con los proveedores de los 55 comedores escolares de la ciudad de Bahía Blanca , de los cuales depende la asistencia alimenticia para más de 28 mil chicos.
La deuda es similar en toda la Provincia, pero ante la incertidumbre sobre la fecha posible de pago, los comerciantes bahienses comenzaron a manifestar su preocupación en los medios de comunicación.
El Servicio Alimentario Escolar (SAE) depende de la cartera de Desarrollo Humano y Social de la Provincia, hoy encabezada por Martín Ferré, y ya registró demoras en el pago correspondiente a la primera quincena de septiembre.
Ese monto fue reemplazado con reservas del Consejo Escolar local, según informó la vicepresidenta del cuerpo, Fabiola Buosi (Unión Pro), pero ahora el dinero existente no es suficiente para cubrir lo que falta.
Por ahora la demora no implica riesgo para los comedores de verano que funcionan durante este mes. No obstante, los comerciantes indicaron que la situación es crítica y que muchos podrían no renovar el servicio el 28 de febrero, cuando comiencen las clases y aumente la demanda de alimentos para los comedores.
En época de clases, almuerzan 4.000 chicos en los 55 comedores de escuelas públicas bahienses. Se trata de matrícula de jardines de infantes, primarias, escuelas especiales y secundarias, de diversos barrios. Además, el servicio de desayuno y merienda completa se le da a 21.510 niños, el plan simple se ofrece a 2.057 adolescentes de 15 secundarias y escuelas de adultos, y el plan doble para 700 adolescentes.
Comentá la nota