Los fallos conocidos la semana pasada en torno a una reinterpretación de la cláusula de reelección para los intendentes abre un camino incierto sobre las figuras de gobernador y vicegobernador. Pero un fallo comienza a sembrar un camino sin retorno. El silencio sospechoso de la política.
Por: Federico Malvasio.
Buena parte del peronismo debió sumirse durante años a una cláusula de reelección que no compartía y debió aceptar a instancias del último líder: Jorge Busti.
Los fallos conocidos en los últimos días en torno a las impugnaciones que recayeron sobre los candidatos a intendente Mauricio Davico y Juan Carlos Darrichón ponen en tensión ahora a todas las cláusulas de reelección establecidas en la Constitución reformada en 2008.
El Tribunal Electoral de Entre Ríos; con los votos de los vocales Susana Medina y Germán Carlomagno, y el juez Angel Moia; sentó la siguiente jurisprudencia y posibilidades: ser intendente en dos oportunidades consecutivas y pretender serlo en otro distrito por tercera y hasta una cuarta vez consecutiva, ahora se puede. Siempre, al decir de Moia, que se trate de distritos que no estén alejados uno del otro como Gualeguaychú y Pueblo General Belgrano. Rosario Romero o Emanuel Gainza, de convertirse en jefes comunales de Paraná en el periodo 2023-2031, podrán postularse para presidir el Departamento Ejecutivo Municipal de Oro Verde o San Benito. Porque para Medina y Carlomagno estamos ante “unidades administrativas” diferentes. No importa la categoría de intendente, sino el dónde. Tres veces consecutivas en un mismo lugar no, pero después de un segundo mandato saltar a otro, sí.
La cláusula de reelección para gobernador y vice se incorporó en la Constitución en el artículo 161 que dice: “El gobernador y el vicegobernador podrán ser reelectos o sucederse recíprocamente solamente por un período, en forma consecutiva o alternada”.
Esto implica que si Adán Bahl es elegido gobernador no podría acceder a un segundo mandato porque se supone que al primero se lo consumió como vicegobernador en el periodo 2015-2019.
Pero la creatividad que se ha visto en el Poder Judicial para interpretar la Constitución permite abrir un interrogante sobre esa imposibilidad. ¿Por qué haber sido vicegobernador, por lo tanto presidente del Senado que es el Poder Legislativo, le prohíbe la reelección en el Ejecutivo, que es otro poder?
Si se contrasta la pregunta con el artículo 161 suena a delirio. Pero venimos de eso con la interpretación que se hizo de las cláusulas reeleccionistas para intendente la semana pasada.
Como si esto fuera poco, el viernes feriado, al final de la jornada, se conoció otro fallo que pasó desapercibido y es tan delicado como los anteriores por lo que propone a futuro: desmantelar cualquier límite a reelecciones. Se trata del caso de Fernando Viganoni, candidato a intendente en San Justo (Departamento Uruguay). El dirigente justicialista fue viceintendente en el período 2015-2019 y luego fue elegido intendente. Es decir los dos mandatos que habilita la Constitución para desempeñarse de manera consecutiva.
Sin embargo, Medina, Carlomogno y Angel Giano sostuvieron que “el derecho electoral tiende a garantizar la efectiva vigencia del principio democrático de la representatividad popular por lo cual ante la ausencia de norma que expresamente establezca una prohibición, cualquier cuestionamiento tendiente a limitar la posibilidad de participar debe ser ponderada con mayor agudeza a fin de resguardar los derechos políticos del candidato”. El otro argumento hace referencia a la pregunta que nos hacíamos anteriormente cuando dice que “el gobierno de los municipios está compuesto por un órgano ejecutivo y otro deliberativo”.
En resumen: Viganoni será candidato por tercera vez.
Al Poder Judicial entrerriano – como en la política- le cabe la idea de “el arte de lo posible”. Excepto el procurador general, Jorge García, que cumplió el rol de “control de constitucionalidad” otorgado por la carta magna.
Fue llamativo el silencio que hubo en la comunidad política sobre los fallos. Hasta pareció una invitación a pensar en un contubernio. En algunos sectores de los tribunales aseguran que no alcanzan los esfuerzos para tratar de entender las resoluciones. En Casa de Gobierno ven en los fallos una puerta concreta para discutir lo que no se le animaron a Busti.
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