Por los dos hechos fue acusado Jonathan Tula, para quien se pretende arribar a una pena de 15 años. A su hermano Mauro lo acusaron por lesiones con arma blanca y abuso de arma, mientras que Diego Paredes también fue acusado por abuso de armas.
La presentación de la acusación pública se concretó en tiempo y forma, tras el vencimiento que operó a partir de la prórroga de 30 días autorizada por la juez, Gladys Olavarría.
En ese marco, el fiscal general Héctor Iturrioz acusó a Jonathan Tula por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos); a Mauro Tula lo acusó por el delito de lesiones con arma blanca, en concurso real con abuso de arma de fuego, y a Diego Omar Paredes se le endilgó “abuso de arma de fuego”.
En el primero de los casos la pretensión punitiva es de 15 años de prisión; de 2 años para Mauro y de 1 año y 5 meses para Paredes. En el caso de Mauro Tula la pena deberá computarse con la de 3 años que tiene pendiente, mientras que la situación de Paredes, por la falta de antecedentes, podría terminar en una suspensión de juicio a prueba. De todas maneras esas cuestiones saldrán a la luz durante la audiencia preliminar, la cual todavía no tiene fecha de realización.
Se debe tener presente que el hecho tuvo lugar durante la madrugada del domingo 19 de octubre cuando se produjo una pelea en la calle 558, entre Lorenzo Rey y 552, del barrio San Cayetano, donde se celebraba un bautismo y el dueño de casa echó de la vivienda a un sujeto que supuestamente estaba drogándose en el baño de la vivienda donde se realizaba la celebración familiar. Ese incidente desencadenó la tragedia que terminó con la vida de Orlando Remigio Hernández y Miguel Benítez.
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