Los operativos de salud han disminuido en forma abrupta, dejando a miles de familias, niños y niñas de la cuenca en La Matanza, privados de un derecho fundamental, el derecho a la salud y a habitar un ambiente saludable.
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) se creó por Ley Nacional en 2006 y en julio de 2008 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó sentencia definitiva que obliga al Estado Nacional, de la Provincia de Buenos Aires y de La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cumplir con la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la cuenca, la recomposición del ambiente en todos sus componentes (agua, aire, y suelos) y la prevención de daños en la salud.
Dentro de las áreas del organismo, la Dirección de Salud Ambiental tiene a cargo 12 unidades sanitarias móviles y 11 unidades fijas, una de las cuales se encuentra en La Matanza (Virrey del Pino) y otra en proceso de construcción en la localidad Isidro Casanova. Uno de los objetivos de la Dirección de Salud es la realización de operativos, articulando el sistema de salud local, instituciones y organizaciones barriales, para garantizar el derecho de acceso a la salud de las poblaciones más alejadas de los centros urbanos y que viven en condiciones de vulnerabilidad en la Cuenca Matanza Riachuelo.
La Matanza es el municipio más poblado del Conurbano Bonaerense y su población representa más del 20% del total de los habitantes de la Cuenca. En todo el territorio bonaerense los operativos de salud han sufrido una desarticulación tanto cualitativa como cuantitativa. En 2016 se redujeron en un 70% en la Provincia y un 78% en su municipio más grande.
En términos cualitativos esta modalidad de atención se fue dejando de lado a partir del cambio de gestión y las múltiples renuncias de funcionarios de distintas áreas del organismo. Esto último lo podemos ver reflejado en los informes presentados ante la Corte Suprema de Justicia, en los años 2015 y en el 2016.
El informe del año 2016 revela que solo se realizaron en La Matanza 6 operativos de salud, en el que solo participo la unidad sanitaria de atención primaria de la salud y la de odontología, mientras que en el año 2015 se realizaron 27 operativos de salud que contaron con todas las unidades sanitarias móviles (atención primaria, odontología, oftalmología, diagnóstico por imágenes y salud de la mujer y zoonosis).
De la misma forma, la cantidad de prestaciones fueron en disminución: en la actualidad no se realizan más operativos de salud de la mujer, PAPs, mamografías, ecografías, radiografías, controles de la mujer embarazada, ni controles oftalmológicos con la entrega de lentes, entre otras prestaciones, dejando al resto de las unidades móviles en depósito.
Esto trae aparejado que muchos trabajadores del área de salud se encuentren actualmente sin funciones, generando incertidumbre en los profesionales y personal de salud capacitado, que frente a la inacción del organismo decidieron renunciar. Además, fueron dados de baja 56 contratos del área que incluye gran número de nutricionistas y terapistas ocupacionales, desconociendo el impacto de los suelos contaminados, el déficit de nutrientes y bajo peso, que interfieren directamente en el desarrollo madurativo de los niños y niñas de la cuenca.
La disminución de los operativos es justificada por la dirección de salud y educación ambiental de la Acumar, como un cambio en la estrategia de salud. La autoridad de la cuenca dejó de brindar atención primaria a la población expuesta a condiciones de contaminación, para encargarse solo de la supervisión, fiscalización y auditoria de los casos. La directora del área de salud Susana García dijo en la última presentación ante la Suprema Corte de Justicia que “las unidades móviles dejaron de funcionar debido a un cambio de política”. Lo que subyace es un cambio en la concepción del estado, que deja de ser garante de derechos de los más vulnerables para minimizar sus funciones bajo la retórica de la reducción del gasto público.
Debido a la extensión del territorio dentro de la Cuenca y a la cantidad de personas que se encuentran viviendo en zonas de riesgo y resultan altamente vulnerables a enfermedades asociadas a la contaminación del rio Matanza, desde el Instituto Proyección Ciudadana consideramos necesario y urgente que la ACUMAR retome la frecuencia de los operativos de salud en el distrito, conforme lo establece la Ley en el “Fallo Mendoza”.
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