La Mesa de Trabajo por el cuidado y la preservación del Acuífero del Valle Argentino, que involucra a varios sectores de la comunidad achense, le exigió al gobernador Carlos Verna que suspenda las perforaciones.
Además, el espacio acusó al Gobierno Provincial de actuar en contra de sus propios planteos contra otras provincias.
El sector fijó posición en una solicitada que se publica en esta misma edición y en la que cuestionan la “indiferencia” puesta de manifiesto” ante una petición que se formuló el pasado 8 de febrero. La Mesa “no acepta” que la Provincia “tenga para con los achenses el mismo accionar que critica permanentemente de otros estados provinciales y/o Estado nacional por el manejo de recursos hídricos”.
El espacio reiteró los reclamos ya difundidos. Sobre todo el rechazo “a todo propósito de parte del Estado provincial de utilizar los recursos hídricos del Acuífero del Valle Argentino para conectarlo al Acueducto del Río Colorado, por cumplimiento de la legislación vigente”.
Se solicita y exige “la suspensión inmediata de las tareas que se encuentran realizando, y particularmente las perforaciones, por no respetar el convenio entre la UNLPam y Aguas del Colorado”.
Además, la Mesa se queja puntualmente por “el desinterés evidenciado” desde la Secretaría de Recursos Hidricos de la Provincia, que no concurrió a las últimas dos reuniones de ese espacio del que forma parte. Se le pide al Ejecutivo provincial que informe si el sector seguirá integrando ese espacio de trabajo.
La situación generó una sonora polémica desde el mismo día en que el Gobierno Provincial le abrió la puerta a esa hipotética solución para la falta de abastecimiento de Santa Rosa.
A fines de enero, se empezaron a hacer perforaciones en la zona de Padre Buodo con la idea de encontrar una solución. Se anunció como la primera etapa de un plan que -según el oficialismo provincial- “apunta a solucionar la falta de abastecimiento de agua” para Santa Rosa a partir de obras en el acuífero natural de la zona.
Según esa versión, los trabajos son parte del convenio firmado entre la Provincia (a través de Aguas del Colorado) y la Universidad Nacional de La Pampa, para analizar las características hidrológicas de los departamentos Atreucó y Utracán, desde Chacharramendi hasta el límite con Buenos Aires.
La reacción achense no se hizo esperar, incluso por parte de sus más importantes representantes políticos, pero también por una movilizada parte de la población.
Esa situación forzó al secretario de Recursos Hídricos, Javier Schlegel, a dar explicaciones: “no se va a tocar el agua de Acha”, argumentó. Dijo que la conexión con el acueducto se utilizará solamente cuando haya roturas. “Son 15 días en promedio al año sobre 365. Es una cantidad ínfima”, aclaró.
En la misma sintonía, la asesora vernista Patricia Matalón sostuvo que hay intereses económicos detrás de la movilización achense para resistir que el Gobierno realice estudios y pozos en el acuífero. “Están provocando y manipulando una pelea entre achenses y santarroseños, es discutir el chiquitaje”, opinó.
Para ese entonces, la Mesa de Trabajo creada en Acha para cuidar el agua había emitido un duro documento en rechazo de las perforaciones. En esa postura tuvieron alto perfil la intendenta de Acha, María Julia Arrarás; los diputados provinciales Lucrecia Barruti, Adriana Leher y Abel Sabarots, autoridades de COSEGA encabezadas por su presidente, Matías Maisonnave, concejales y vecinos.
Finalmente apareció la Fundación Chadileuvú (FuChad): considera que los pozos en Padre Buodo “son una alternativa viable”. Afirman que es una decisión “técnica-económica” y que Acha debe revisar la postura de no poner el acuífero del Valle Argentino al servicio de fines industriales y productivos.
El geólogo Jorge Tullio, integrante de la FuChad y uno de los académicos más formados en el estudio de las aguas subterráneas, explicó que como integrante de la Administración Provincial del Agua (APA) “realizamos el estudio a principios de los años ’80 del acuífero del Valle Argentino. Le pusimos el nombre. Por calidad y profundidad es uno de los cinco mejores junto al de Santa Rosa-Anguil-Catriló, Trilí-Dorila-Pico, Valle Chapalcó y el de la región del Meauco”.
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